Capítulo siete.

1.1K 82 22
                                    

Se que están confundidxs porque se suponía que el capitulo lo narraria una persona de la que no puedo dar muchos detalles, eso lo explícare al final del cap, no me maten <3

Se que están confundidxs porque se suponía que el capitulo lo narraria una persona de la que no puedo dar muchos detalles, eso lo explícare al final del cap, no me maten <3

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sonreí por décima vez al notar los nervios de Asher, quien no dejaba de moverse por el pequeño camerino de manera frenética, murmurando cosas casi inaudibles. La situación me parecía un tanto divertida, nunca había tenido la oportunidad de verlo así. La mayoría de las veces, él era el que me ponía así, nerviosa y casi asustada. Hoy al menos comprobé que tenía algo de humanidad en su sistema.

Asher echó otra mirada a su muñeca, frustrado, y en ese momento decidí que no podía resistir más. Caminé hacia él, dispuesta a ofrecerle mi ayuda. Pero justo cuando estaba a punto de tocar su hombro, se movió de nuevo, saliendo de la habitación con una energía caótica. Eso me dejó sola, acompañada únicamente de Alexey, quien parecía estar en un estado similar o incluso peor que el de Asher. No dejaba de entrar y salir por la pequeña habitación que había sido nuestro refugio, moviendo y buscando cosas como si el tiempo se le escapara entre los dedos.

A pesar de la tensión palpable, había pasado del miedo a la emoción. Quiero decir, todavía sentía un ligero temblor en las manos y mi corazón latía a mil por hora, pero algo en mi interior disfrutaba de esta mezcla de adrenalina y anticipación, como si después de mucho tiempo finalmente me estuviera encontrando a mí misma.

Quiero sentirme así siempre.

—Te suplico que me ayudes, ¿podrías terminar de arreglarte mientras estoy de regreso? —me preguntó Alexey, casi súplicando por ayuda, su tono nervioso hacía que su petición sonara más como un grito de auxilio.

—¿Qué estás de regreso? —pregunté desorientada, ya había imaginado que no saldría del camerino hasta después de mi segundo cambio.

—No te inquietes, estaré de regreso en menos de cinco minutos —agregó, notando mis nervios—. Intenta no meterte en problemas mientras no estoy.

Lo último lo dijo con un tono divertido, lo que me llevó a negar con la cabeza y rodar los ojos. Sin mirar atrás, se marchó, dejándome completamente sola en el camerino. Solté un prolongado suspiro y me acerqué al conjunto que había estado evitando. No podía esperar más, bajé el cierre y me encontré con todo lo contrario a lo que había imaginado.

Esperaba encontrar dos telas diminutas, casi transparentes. Agradezco a Dios que no fue así.

En lugar de eso, un hermoso corset celeste me recibió. Era de seda, y estaba segura de que me haría ver seductora. Tenía un escote en V que resaltaba mi figura, y un tipo de falda corta que, a mi parecer, era bastante atrevida, pero no en exceso. Las mangas de seda blanca parecían ensancharse por debajo de los hombros, lo que le daba un aire elegante. Al menos no mostraré tanto.

Era hermoso; sería una total mentirosa si llegara a negarlo. Moría de ganas por usarlo y volver a sentir lo mismo que hace menos de media hora me había producido al desfilar. Tomando en cuenta la solicitud de Alexey, me dediqué a retirar el anterior traje con el mayor cuidado posible. No quería romperlo ni estirarlo con un mal movimiento.

Juego de Máscaras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora