Take My Soul [Stefan Gelcem]

5

Tokio, Japón.

—Buenas tardes, señora—los hombres de la Yakuza me ofrecen una breve inclinación cuando bajo de la camioneta

—Buenas tardes—veo directamente a Han—. ¿Dónde está Kenji?

—Sígame—inclina la cabeza en dirección a la mansión de Kenji y lo sigo, sintiendo mi corazón latir con demasiada rapidez

No han pasado ni dos malditos días desde que me uní a Christopher y ya tengo un blanco mucho más grande en mi espalda.

Sabía que esto podía pasar, pero creí que me atacaría a mi, no a mis hombres o a mi familia.

La élite nos sigue mientras caminamos a la casa, y puedo sentir los ojos de Christopher y Patrick sobre mi con una clara exigencia de saber porqué estamos aquí.

Christopher lo sospecha, es obvio. Y Patrick solo sabe que Kenji es mi amigo.

Las puertas de la mansión se abren para nosotros y me apresuro a la sala familiar, siendo recibida de inmediato por gritos y los ojos de Kenji.

—¡Mami!—Daxton corre hacia mi y de inmediato lo tomo en mis brazos, apretándolo contra mi mientras el nudo en mi pecho desaparece

Mara también corre hacia mi, rodeando mi cuello con sus brazos cuando me agacho, y suspiro aliviada mientras los tomo a ambos entre mis brazos.

Beso las frentes de ambos antes de comenzar a revisarlos, palpando sus brazos en busca de alguna herida.

—Ellos están bien—Kenji se levanta con Evie en sus brazos y de inmediato suspiro al ver a mi pequeña niña

—Mami—su rostro se arruga y la tomo en mis brazos antes de que comience a llorar, besando su frente una y otra vez mientras la meso

—Mi dulce princesita—cierro los ojos aliviada, disfrutando de mi hija durante un minuto, sintiendo las cabezas de mi hijo y de mi sobrina apoyadas en mi como si no quisieran soltarme—. Dios, ¿qué se supone que pasó?—miro a Kenji y él respira profundo

—Aurora—llama a la nana de los niños—, lleva a los niños, por favor.

Rory asiente, ofreciéndoles una sonrisa dulce a los niños, pero ellos se aferran a mi ropa sin querer alejarse de mi.

—Niños—me agacho para verlos—, por favor vayan con Rory, ¿si? Yo subiré en un rato para que veamos una película.

Ellos se miran entre si antes de asentir, así que le entrego a Evie a Aurora para que pueda llevarse a los niños arriba y poder hablar con Kenji.

—¿Tienes hijos?—pregunta Parker, mirándome con confusión, así que me levanto y respiro profundo antes de asentir

—Si, y a ellos fue quien atacó Antoni—trago—. ¿Qué pasó, Kenji?

—Un traidor—masculla—. Ya está muerto.

—Bien—asiento

—Mis hombres están patrullando por la ciudad, los Italianos siguen por ahí—lo veo apretar su mano en un puño antes de abrirla, y seguir con eso una y otra vez

—Ten—saco una caja de chicles de mi bolsillo y se la lanzo—. Ayudará—prometo antes de mirar a Christopher

—La mansión es segura—promete y me burlo—. Ayleen, te necesitamos, necesitamos a tus hombres...

—¿A caso dije que ya no iba a ayudar?—lo corto, maquinando mentalmente un plan para poder poner a salvo a los niños—. Sé que mis hombres son de mayor ayuda para ti, pero necesito pensar. No voy a arriesgar la vida de mis hijos por ti.