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—¿Todo bien?—pregunto a Christopher cuando entra a la casa soltando las manos de los mellizos

—Llévalos arriba—le ordena al que creo que se llamaba Stefan

—Su habitación es la cuarta del lado izquierdo en la primera ala—informo y señalo a Aurora—. Ella es Rory, la... nana de mis niños. Ella va a llevarte.

—Si señora—Rory le ofrece una sonrisa amable a Stefan

—No quiero quedarme aquí, quiero estar contigo—se queja Milenka y un músculo salta en la mandíbula de Christopher.

Sé que odia toda esta situación, sé que odia tener que dejar a sus hijos después de todo el tiempo que no los vió. Pero es lo que es.

—Hola, Milenka—le ofrezco una sonrisa divertida a la pequeña y me agacho frente a ella—. Escucha, las cosas son difíciles, entendemos que no quieras alejarte de tus padres pero ustedes están aquí por el tratamiento de Owen. ¿Quieres dejar solo a tu hermano?

Mira a su mellizo y toma su mano, negando mientras se acerca a él.

»Bueno, tus padres también tienen que resolver cosas con personas malas que los alejaron de ellos—suspiro—. Tienen que encargarse para que no los vuelvan a alejar, ¿quieres eso?

—No—dice con firmeza levantando la barbilla

—¿Lo ves?—me encojo de hombros—. Todos tenemos trabajo que hacer, y todo acabará más rápido de lo que crees, lo prometo.

Me extiende su mano con el meñique levantado y río antes de entrelazar el mío y el suyo, dándole una breve mirada a Owen.

»Ambos tienen unos bonitos juguetes que su padre me encargó comprar en su habitación—les informo—. ¿Qué tal si van a verlos y luego su padre subirá en un rato?

Milenka grita emocionada y una de las esquinas de la boca de Owen se levanta mientras suben corriendo las escaleras con Stefan y Aurora siguiéndolos.

—Vaya, ¿cuando aprendiste eso?—se burla Christopher—. Te recuerdo con un carácter volátil mandando a todos a la mierda.

—Si, bueno, aprendí a tener paciencia y expresarme con palabras cuando tuve a Aiden—me encojo de hombros y sus ojos de inmediato van a los míos ante su mención—. ¿Quieres verlo?

Respira profundo y traga grueso.

»Ya viste a Daxton, Christopher, ver a Aiden no te va a matar—ruedo los ojos caminando a la sala de estar—. Como sea, ¿Patrick?

—Subió de inmediato con Alexa—contesta—. Y Daxton es rubio, se parece a ti. En cambio Aiden... es su viva imagen.

Respiro profundo, asintiendo con una sonrisa triste.

—¿Cómo quieres que hagamos esto?—suspiro, ajustando el arma en mi cintura antes de sentarme en el sofá

—Nos mantendremos alejados—las palabras le cuestan—. No queremos guíar a nadie hacia acá, así que ni ustedes saldrán ni nosotros entraremos.

—Correcto—asiento

—Si necesitas algo, llámanos—dice y asiento antes de tomar la tablet en la mesita junto a mi y entregársela—. ¿Qué es esto?

—Escondites de armas en la isla—informo—. Tenemos dos casas más. Una en la costa, otra en medio del bosque. La del bosque es un búnker, podrían lanzarnos una bomba y no caería.

»Sabemos que la isla es segura, pero quiero que te grabes esa información en caso de ser necesario—me encojo de hombros—. Tenemos sensores para acercamientos desde cualquier frente, tenemos las armas necesarias y los hombres suficientes. Este lugar es intocable, pero prefiero prevenir.

Take My Soul [Stefan Gelcem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora