Take My Soul [Stefan Gelcem]

9

—No es bueno—enciendo la luz para examinar los ojos opacos de Alexa.

Sus pupilas están demasiado pequeñas, se ve pálida como el papel y comienza a perder peso de una forma rápida que me asusta.

Los exámenes revelaron cosas, pero no lo necesario para combatir la raíz del problema de Alexa: el cerebro.

No tiene muerte cerebral, pero la tendrá si no actúo rápido.

—No hay mucho movimiento en sus órganos, su páncreas comienza a presentar fallas—me informa Ronan y aprieto los labios—. ¿Quieres que volvamos a administrar el W-11?

Asiento.

El W-11 es mi creación. Bueno, no mía. Es un trabajo de Reece y mío. Comenzamos a trabajar en ello después de que me infectara con una aguja con HACOC durante mi segundo embarazo.

Fue horrible. Estuve internada dos semanas bajo observación, tuve una amenaza de aborto y el estrés casi me mata.

Reece hizo el trabajo técnico. Investigó durante casi un año y luego yo me encargué de crearlo. Fueron largas semanas llenas de insomnio, cambios, más investigaciones y frustración, pero al final logramos el objetivo.

El w-11 ralentiza el proceso de cualquier veneno en el cuerpo. Es como una especie de capa protectora muy frágil. No es una cura. No puede serlo porque contiene químicos que solo pueden ser suministrado en bajas cantidades.

Si se suministra demasiado, hará el efecto contrario y te matará en cuestión de horas. Y sobretodo, no siempre funciona. Solo detiene ciertos componentes que, para nuestra suerte, se encuentran en Alexa y Owen.

—Solo una dosis, no más—aclaro—. ¿Qué hay de Owen? ¿Cómo están sus resultados?

—Podemos comenzar con la base que tenías—asiente—. Hice las pruebas de las alergias, probé un poco de la base en las muestras de sangre y se volvió más clara. Eliminó un dos por ciento del Hasse.

—Bien, eso funcionará por ahora—me quito los guantes—. Iré al laboratorio y trabajaré en ello. Quiero a Owen bajo constante vigilancia mientras lo desintoxican. Dale la misma solución que le di ayer.

—Si señora.

Asiento y salgo de la habitación antes de caminar al fondo del pasillo, topándome con las puertas de hierro que se abren cuando presiono mi mano sobre el escáner.

Mi laboratorio ocupa la mitad del tercer piso. Está equipado con la mejor tecnología, una que ni siquiera ha salido al mercado y no lo hará hasta dentro de tres años al menos.

Hay tres partes de mi laboratorio. La oficina al inicio, luego el centro médico y por último el laboratorio. Todos se conectan entre si, sin embargo, solo yo tengo acceso al primero y al último.

Entro al laboratorio, enciendo las pantallas que me muestran imágenes del estado actual del organismo de Owen. Cuerpo, cerebro, corazón y cada uno de sus órganos.

Los otros me muestra el de Alexa y yo respiro profundo pasando mis ojos de uno a otro. «Es complicado, todo cuando se trata de Antoni lo es».

"Eres una guerrera, Lena, no hay nada que sea imposible para ti. Y el día que yo no esté para decírtelo, quiero que lo repitas una y otra vez. Eres tú contra el mundo, y tú eres más poderosa porque eres bella, inteligente y sabes usar tus armas" las palabras de Reece se repiten en mi cabeza. "Si confío en ti para trabajar a mi lado, eso significa que te creo capaz de curar hasta el maldito cáncer. Jamás dudes del poder de tu conocimiento y tu habilidad con la medicina".

Tomo una respiración profunda y con las palabras de Reece girando constantemente por mi cabeza, me pongo a trabajar.

***