𝐓𝐄𝐃𝐒:𝓛𝓸𝓼 𝓸𝓬𝓱𝓸 𝓹𝓮𝓬𝓪𝓭𝓸𝓼 𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓪𝓵𝓮𝓼

09

SOMBRERO DE JABALI.
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Annabell se encontraba curando a el pequeño cerdito con su poder de diosa, para poder sanar la "gran" herida que tenía en su lomo.

-¡Ahí! -dijo con satisfacción el cerdito-se siente calentito, maldito caballero me las va a pagar.

Annabell quedó en profundo silencio, mirando el suelo, muy pensativa.

-por cierto Annabell, ¿Tú conoces a ese caballero?

-ah, hablas de gil no? si lo conozco desde que el era niño.-contesto a la pregunta del cerdito- el era un chico dulce y alegre, su padre era zaratras, el antiguo maestro de los caballeros sacros, el me admiraba y me quería pero creo que ahora me odia.

-¡No digas eso! Tu eres la persona más dulce que conozco, ¿Quien te odiaria?

"Elizabeth y otras personas más"

Dijo Annabell en sus pensamientos.

Annabell sonrió, ya que el cerdito no sabia de su oscuro pasado, y cuántas personas la odiaban.

Annabell se levantó, ya que cuando curaba a hawk, tuvo que agacharse para poder estar a su altura.

-Hawk, tienes que reposar,  ve al cuarto de elizabeth. Cualquier cosa que necesites me llamas, estaré afuera con diane

Comento para después salir rápidamente con Diane.

Cuando salió de la taberna se encontró con Diane y Meliodas, los cuales hablaban alegremente.

Diane noto la presencia de su mejor amiga, a lo que sonrió, Meliodas estaba distraído viendo el cartel de se busca de Annabell, por lo que no se dió cuenta de su presencia.

-Annabel! Amiga! Has visto mi cartel de se busca? ¿He cambiado mucho en estos 10 años verdad? -tomo en sus manos a su mejor amiga y la posicionó en su hombro derecho, en dónde Annabell podía observar el hermoso paisaje.

-Ya viste el mío? -Respondio la peli gris siguiéndole el juego.

-No, el mío es mil veces mejor! -contradijo la gigante-

Ellas ya estaban acostumbradas a pelear así, amistosamente. Sobre quién era la mas bonita del lugar.

-Y hablando de bellezas. Ya viste el cartel de Meliodas? -dijo Annabell intentando llamar la atención de el ya mencionado, para poder hacer que su amado se uniera a la plática que tenían las dos amigas. -Cuando lo ves en el cartel parece todo un hombre, pero cuando lo ves en persona es solo un niño.

Con esas palabras al instante captó la atención de Meliodas, Este dejo el cartel que veía al lado y poso su atención en ella.

-Con que niño eh?

El, que estaba en el hombro izquierdo de la gigante, de un ágil salto llegó al lado en el que estaba Annabell.

-Si hago esto, sigo siendo un niño eh?

-dijo para enterrar su rostro en el busto de Annabell, aprovechando para tocar los bordes de este.

Al instante Annabell soltó una ligera risa y negó con la cabeza, para después apartarlo de esa zona.

Había un color carmín en sus mejillas, eso significaba que se había avergonzado. Aunque no era muy común en ella, lo que habla hecho Meliodas fue tan inesperado que reaccionó de esa forma.

Diane rio al ver a su pareja favorita conviviendo junta.

-Meliodas!! E-en público no! -dijo avergonzada y sonrojada por el acto que acababa de hacer el ya mencionado.

-¡Pero si yo siempre lo hago!

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La princesa y el cerdito no tardaron en salir a estar junto a los demás.

-Bien, nuestra próxima parada será la prisión baste.

-Me niego Meliodas. -dijo Annabell-

-pero porque?

-Tus heridas son muy graves, no quieres que te cure?

-No, con solo hacer esto me curo. -dijo mientras acariciaba los pechos de Annabell.

-ok..