𝐓𝐄𝐃𝐒:𝓛𝓸𝓼 𝓸𝓬𝓱𝓸 𝓹𝓮𝓬𝓪𝓭𝓸𝓼 𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓪𝓵𝓮𝓼

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Afuera de la aldea Dalmally, 15K de distancia👑
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La caballero sacro miraba con fascinación la pelea de los dos pecados, esa nueva pelea era mucho más interesante que la anterior.

-Increible ruin! Hoy si te has superado -Le halago- pero ahora es mi turno -Dijo la fémina, para mandar una nube de insectos a la dirección de los pecados.

-¿Que haremos elizabeth?! -pregunto- el cerdo-

-no lo sé hawk, no se que podríamos hacer -contesto la peli blanca con una notable preocupación de la pelea que comenzó hace unos minutos.

Annabell seguía en el estado de ilusión y Meliodas pensaba en como sacarla de esa ilusión, que lo estaba haciendo enojar, y en serio, ese hechizo los afectaba demasiado.

Diane tan solo se estaba preocupando más, observando los con preocupación, pensando en soluciones ya que también quería ayudar.

-Annabell! Tienes que reaccionar! No golpees al hombre que amas! -exclamo con Fuerza la gigante.

-¿Eh? -en esos momentos el color de sus orbes rojos volvieron a su color normal, para después parpadear varias veces hasta que al fin reaccionó.

Era más fácil de lo que se había Imaginado.

-¡Meliodas! ¿Que sucedió? -le pregunto al rubio mientras observaba su cuerpo, con varios golpes y moretones.

-me diste mi merecido -Le respondió con una sonrisa dulce, mientras se levantaba del suelo y soltaba una risa suave.

-¿A qué te refieres? -pregunto confundida y a la vez preocupada, hasta que miro su tesoro sagrado en su mano y sus puños con ligeras heridas a causa de los golpes que había dado.

Después se dió cuenta de lo que había pasado, mientras habria su boca sorprendida y un poco confundida.

-Dios.. lo siento Meliodas, no tengo idea de lo que he hecho, sabes que nunca te haria daño.. -dijo un poco avergonzada, ya que aún no podía pensar que habia hecho todo eso. Mientras bajaba su mirada un poco triste, sintiéndose muy culpable.

El pelo amarillo se acercó a la fémina y la abrazo, mientras le acariciaba su espalda y su cintura.

-con esto te perdono. -Dijo mientras recostaba suavemente su cabeza sobre el busto de la peli gris, pero Annabell aparto su cabeza con mucha vergüenza y muy roja.

Por esto, Meliodas la observo curioso mientras soltaba una risa suave.

-entonces no te perdono -dijo Meliodas mientras hacía una cara chibi.

Annabell suspiro molesta mientras extendía sus brazos para que el se pudiera acercara, peor el no tardo mucho en hacerlo.

-¿Estás feliz? -dijo mientras estaba muy sonrojada, porque Meliodas intentaba tocarle sus pezones.

-muy feliz.

Annabell observo su alrededor, mientras acariciaba suavemente los cabellos de Meliodas, pero se dió cuenta de que Elizabeth y hawk no s encontraban en el lugar.

En dónde está la princesa?

Dijo la femina para después ver la nube que iba directo hacia un lugar en específico.

Hermana...-susurro la femina mientras se soltaba del agarre de Meliodas y corría a la dirección de aquella nube. Que seguro iba detrás de la princesa.

Los 2 demás no tardaron en perseguirla.

9KM de distancia 🥀
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Los protegeré aún que tenga que dar mi vida! -exclamo la princesa con determinación, ya que la situación en la que se encontraba no era muy buen, mostrando su valentía.

Ambos pastores se observaron el uno al otro, quienes se encontraban con la princesa y hawk.

-¿Es en serio?

-pero miren! Que princesita mas generosa! -hablo la caballero que era parte de el grupo de los colmillos bizarros- veamos si es tan cierto lo que dijiste..

Dicho esto, atrajo la nube de insectos y la dirigió hacia el pastor más pequeño.

-Tormenta redonda!

-¡ayudeme señorita!

La nube negra se dirigió hacia aquel pastor niño, provocando que los insectos desgarraran su piel y ropa.

-eh? Como era.. "Los protegere aunque tenga que dar mi vida? ¿Era así? -dijo para después burlarse la de armadura, soltando una risa.

La princesa se dirigió hacia aquel niño, para rescatarlo. Lo había prometido anteriormente, iba a salvarlo.

¿Elizabeth.. Que haces?! -llamó el cerdo preocupado.

Al entrar a la nube, la piel y la ropa de la princesa se desgarraron al instante.

-pequeño.. No estás herido?

-entonces.. Entregarias tu vida para salvar a un niño como este? -hablo el niño con un tono de voz diferente. Sorprendiendo a la princesa. Su tono de voz ahora era más ronco, mientras la observaba con indiferencia. Que admirable persona..

Y ahí fue cuando una campana sonó de un bastón sono, y al verdadera identidad del niño se hizo presente, se trataba del caballero Sacro ruin.

-tu eres el responsable de que los dos actuaran asi! -exclamo la princesa- devuelvelos a la normalidad!

El caballero no se digno en responderle, sino que enseguida le propuso un fuerte golpe en su estómago, esto ocasionó que Elizabeth cayera al suelo.

-mientras pierdes el tiempo hablando los pecados seguro ya se destruyeron entre ellos.

Le dio otro golpe a la princesa, haciendola caer completamente al suelo,derrotada y adolorida.

-princesa, por respeto, me contaré el secreto de mi poder, o como controlo a los pecados -dijo con gracia- ¿puede ver este bastón y la campana? ¡Oye?! ¡¿Donde esta la campana?!

Elizabeth, anteriormente había arrancado la campana. Gracias a los golpes que le habían dado segundos antes pudo hacerlo.

-¡princesa estúpida!

Eso lo hizo enojar demasiado, por lo que quiso propinarle otro golpe a la princesa pero no puedo hacerlo.

Ya que annabell apareció para evitar que lo hiciera, para que no tocarán nuevamente a la princesa, tomó la muñeca del caballero y comenzó a apretarla con demasiada fuerza que parecía que en cualquier momento la iba a romper.

-tu.. Eres un completo cobarde! -dijo con un gran enojo, tenía otro ataque de ira.

-¿eh?

-annabell, yo me haré cargo, por favor cuida a eli. -le hablo dulcemente Meliodas, a lo que la fémina lo observo de reojo, pero asintió, con una mirada enojada dirigida hacia el de la armadura.

Tomó con fuerza la muñeca del caballero y lo lanzó hacia la dirección de Meliodas.

Luego se arrodilló a la altura de la peli blanca, colocándola en sus piernas y comenzar a hablarle.

-hiciste un buen trabajo Elizabeth..
-dijo mientras sonreía y veía con ternura a su hermana..

Mientras que en otro lugar, Meliodas y el caballero hacían una fuerte batalla, pero el que tenía más ventaja era Meliodas, quien se encargó de alejar al caballero de las 2 chicas.

-¡¿que pasa?! ¡¿Ruin!? - llamó a su compañero la fémina.

-acaso tu.. Eres amiga de ese pedazo de mierda..? -pregunto con una voz amenazante Annabell hacia la caballero.