Capitulo 1: "EL COMIENZO DE TODO"

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Toda historia tiene un comienzo y el principio de esta consiste en una pareja, un hombre y una mujer del clan Omaticaya que se habían enamorado profundamente de un momento a otro, sin buscarlo ni desearlo. Dicha pareja en poco tiempo formó un lazo afectivo muy intenso, tanto que no dejaron que el mes pasará para realizar el vínculo y con esa unión la formación de un nuevo ser viviente en el interior de la mujer.

Se preguntarán quienes eran estos personajes y como se conocieron. La respuesta no es tan complicada, el hombre era nada más y nada menos que Tsu'tey quien al enterarse de la "traición" de su antigua prometida habría ido a volar en Ikran con el plan de despejarse y vigilar, por supuesto. Lo que no esperaba en ese viaje era encontrarse con una Omaticaya de la nobleza quien recolectaba fruta de los árboles, pudo verla desde los aires y por mera curiosidad decidió descender para poder espiarla más de cerca. Cuando Zalika, ese era su nombre, cruzo miradas con el hombre que la veía entre los arbustos pudo sentir un escalofrío recorrer su cuerpo, sabía claramente quien era, pero nunca había tenido la oportunidad de verlo a los ojos y mucho menos estar en el mismo lugar y tan cerca. Con tan solo el contacto de sus vistas pudieron sentir una explosión de sensaciones en su interior, claramente amor.

El día que Tsu'tey tuvo que tomar el mando de Olo'eyktan fue el mismo día que hicieron el vínculo, su principal motivo fue ir a celebrar, Zalika quería disfrutar un lindo recorrido con aquel hombre con el que había tenido variadas salidas y ahora era su líder, quería que el sintiera su alegría y orgullo. Pero todo eso se convirtió en otro ambiente en el momento en el que él le dejo en claro que quería tomar el mando siendo apoyado por ella como pareja, fue esa noche en la que ambos se escogieron y formaron la unión.

Dos semanas habían pasado cuando se enteraron de su embarazo, dos semanas en las que tuvieron que moverse por los ataques de las personas del cielo, dos semanas en las que tuvo que viajar junto a Jake Sully, Toruk Makto, y su antigua prometida, Neytiri, con la idea de unir clanes para su futuro ataque.

Zalika se había quedado en su carpa tocando su vientre y pidiendo con fuerzas a Eywa de que todo este plan saliera bien. Su pareja y muchos más Omaticayas habían partido para enfrentarse a la pelea, llena de preocupación y gran temor esperaba rogando a ojos cerrados que el amor de su vida y padre de la próxima existencia que cargaba en su vientre regresará. Lamentablemente eso no fue posible, si supieran como es que se puso al enterarse de la muerte de su pareja les prometo que esa imagen la tendrían fijas en sus mentes, realmente sufrió, quería morir junto a él y lo peor de todo es que su cuerpo quedó en ese terreno, luego irían por él para darle un buen funeral y así entregarlo a Eywa. Cuando ese momento llegó, Zalika no era nada más que lágrimas y sollozos, Neytiri y otras Omaticaya trataban de afirmarla para que la mujer no cayera al suelo o no se lanzará a las raíces del árbol en la que estaban enterrando a su pareja.

La tristeza no se fue con el paso de los meses, comía y trataba de sobrevivir solo por las vidas que llevaba en su interior. Así es, dije vidas, Zalika llevaba dos bebés en su vientre, Eywa la había bendecido con mellizos, un varón y una niña. Por un lado, se alegró, pero en su mente seguía Tsu'tey, perderlo fue un golpe bastante fuerte que la llevo a tener una especie de depresión durante todo su embarazo. ¿Ustedes que harían si pierden a su pareja? La persona con quién te imaginas un futuro, la persona que te hace sentir un millón de mariposas en el estómago, alguien con quién te sientes completa y especial, al que consideras la mitad de lo que eres y al que le debes todo. Sería extremadamente horrible, Zalika estaba destrozada, toda ilusión y esperanza murió junto con él. Y no la mal entiendan, amaba a las criaturas que venían en camino pues eran fruto de ese amor, pero no se creía capaz de poder criarlos de la manera que ellos se la merecían, no quería que esos pequeños crecieran con una madre que se la pasará inmersa en una gran tristeza, no lo quería.

Efecto Sully | Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora