¿Qué pasaría si después de tantos años visualizando a alguien como tú rival esa mirada cambia y se transforma a una de amor?
Esto fue lo que le pasó a Neteyam, desde que era apenas un pequeño niño se mostró siempre responsable a sus deberes y muy un...
La casi semana de celo había llegado, esos largos cinco días habían empezado, para la generación más joven que comenzaba a familiarizarse de esta temporada fue extremadamente difícil sus primeras horas del día. Las feromonas femeninas ya estaban en el aire provocando que las hormonas masculinas se activen en el momento que las sustancias químicas entraban por sus narices.
Algunas mujeres presentaban dolores pélvicos intensos que eran claras características de que su cuerpo pedía a gritos ser atendidos, a causa de eso la gran mayoría opto por buscar algún tipo de remedio con la Tsahík antes de encerrarse en el interior de sus carpas mientras que la pequeña minoría busco una solución más fácil acudiendo a algún hombre. No solo ellas buscaron ayuda en los varones, también aquellas mujeres que presentaron un apetito sexual intenso fueron en busca de atención.
Quienes no presentaron dolor pélvico, deseo sexual intenso, dolores de cabeza, dolor abdominal, incapacidad de realizar sus tareas de costumbre u otro síntoma marcado. Fueron aquellas que podían realizar todo como un día cualquiera, sin embargo, estas eran las que más feromonas liberaban y eso provocaba que algunos varones no se limitaran en demostrar su desespero por poseerlas.
Caso que presentaba Bakary justo en este momento.
Se había despertado más temprano para ser parte del grupo de caza de esa mañana, mujeres que pasaban por el mismo contexto que la protagonista se encontraban en el lugar siendo casi acosadas por sus compañeros. Claramente la caza, o intento de ella, se vio afectada por la activación de testosterona que desconcentraron tanto a hombres como mujeres.
Ahora Bakary intentaba caminar por la aldea siendo perseguida por varios de sus compañeros de caza y otros que se unían en su camino. Su paciencia iba disminuyendo cada vez más ante las insistencias y sugerencias que venían de su alrededor, hasta "halagos" recibía.
-Hueles demasiado bien- escucho a un costado de ella- ¿Te lo habían dicho antes?
-Tarado- susurro para ella misma rodando sus ojos
-¿Qué te parece si nos vamos de aquí?- otro de ellos había hablado- estos chicos parecen ser muy molestos
-Y tú lo dices- suspiro molesta tratando de apurar sus pasos, pero por más que se apresuraba estos no la dejaban en paz
-¡Oye dulzura!- exclamó uno saltando para ubicarse justo frente a ella- ¿Por qué vas tan rápido?
-¡Si! ¿Por qué tanta prisa?- se unió otro- ¿Acaso tienes algo importante que hacer?
-Claro, mucho más que esto sí- respondió la mujer realizando cierto movimiento con sus manos
-Quédate un rato- insistió el varón- la pasaremos bien tu y yo- sonrió casi malévolamente provocando que Bakary generará un gesto repudiante en su rostro
-¿Tu y ella?- rio otro- mejor dicho ella y yo
-¡Hey! Los dos están confundidos- un tercero se había unido a su discusión- es conmigo con quién se va a ir- Bakary soltó un suspiro a ojos cerrados mientras su mano iba directo a masajear su entrecejo
-Siempre supe que tú pelo olía delicioso- escucho justo en su oreja provocando que se alejara rápidamente- no te asustes, solo quiero oler más
-Mas te vale no dar un paso más, imbécil- advirtió la fémina tomando una postura defensiva- ¡Todos déjenme en paz!
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