Las horas pasaron, para algunos más rápidos que otros, la energía en la aldea era la misma en todos lados. La gente lamentaba la muerte de uno de los suyos, en especial de alguien tan joven como Kani, el chico era conocido por su pueblo al ser alguien sumamente alegre, cada vez que tenía la oportunidad soltaba un chiste o convertía cualquier situación en algo alegre. Ni hablar de su nobleza, ayudaba a niños y adultos mayores cada vez que podía, incluso en momentos en los que tenía prisa o labores que completar, siempre ponía a los demás antes que él. Era un buen compañero, excelente amigo, confidente de sus cercanos y centro de confianza de sus seres queridos.
Por ello, su perdida dejo muchos corazones heridos.
Entre ellos la joven Omaticaya quien sentía un pesar en su pecho, la sensación de perder a alguien importante era tan similar a lo que llevaba sintiendo todos estos años por la ausencia de sus padres, sin embargo, esto hería mucho más al tener momentos reales con su amigo. Todos esos recuerdos llegaban como una avalancha, memorias que no se van a volver repetir nunca más. La noche en medio del bosque era su única compañía mientras abrazaba sus piernas liberando lamentos que no se limitaba a retener, no le importaba si eso atraía algún animal lo único que quería era desahogarse.
Por otra parte, Neteyam tuvo ese sexto sentido, tuvo esa necesidad de ir a buscarla y tenerla entre sus brazos, quería protegerla y por eso caminaba con total atención en medio de toda la vegetación. Extrañamente, su cuerpo se movía solo en una única dirección. Su frente se arrugo y sus ojos se movieron por todas partes al sentir que el sector era conocido, con algo de confusión continuo su camino hasta que escucho cierto sonido, sus orejas se movieron buscando el lugar exacto de donde la bulla provenía, sus pies actuaron de inmediato, pero se detuvieron en el momento en que sintió que el lamento no estaba a su mismo nivel sino a una altura mayor. Siguió con su mirada el camino frente a él, sus ojos chocaron con el tronco de un árbol por lo que decidió recorrerlo hasta llegar a una de sus grandes ramas.
El árbol de la cita.
Se menciono así mismo al tener un fugas recuerdo. Claramente el ruido provenía de allá arriba, se movió tal como un animal para escalar la planta, sus garras se incrustaban en el duro y grueso tronco mientras subía utilizando solo la fuerza de sus brazos. En cuestión de segundos ya estaba asomándose en dicha gran rama, fue un poco bruto al subirse a ella provocando que Bakary se sobresalte y girara su cabeza para ver lo que ocurría. Sus ojos rojos, mojados y sorprendidos fue lo primero que vio de ella, su rostro al reconocerlo fue completamente diferente, su cara se arrugo tratando de retener otro llanto y sus manos se elevaron poco después tratando de buscar algún abrazo, tal como una niña. El varón entendió de inmediato, tres amplios pasos bastaron para tenerla entre sus brazos mientras que esta se apoyaba en su pecho, liberándose.
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Efecto Sully | Neteyam Sully
Fanfiction¿Qué pasaría si después de tantos años visualizando a alguien como tú rival esa mirada cambia y se transforma a una de amor? Esto fue lo que le pasó a Neteyam, desde que era apenas un pequeño niño se mostró siempre responsable a sus deberes y muy un...