¿Qué pasaría si después de tantos años visualizando a alguien como tú rival esa mirada cambia y se transforma a una de amor?
Esto fue lo que le pasó a Neteyam, desde que era apenas un pequeño niño se mostró siempre responsable a sus deberes y muy un...
El hermano mayor de los Sully, con ya catorce años, había decidió dar unas vueltas por la aldea pues hace mucho no veía a su gente y debía acostumbrarse a ello si quería ser el futuro Olo'eyktan. Además, quería reencontrarse con su antiguo grupo de amigos ya que ahora tendría más tiempo de compartir debido a que Jake le había dado menos horarios de entrenamiento al ver su gran mejora como guerrero y cazador. Su padre estaba orgulloso de él, era el mejor de su generación y el primero en lograr todo, fue el primero en conseguir la primera caza entre todos los jóvenes, el primero en manejar correctamente las armas en especial el arco y flecha, el primero en lograr montar en Pali y el primero en conseguir su Ikran. El joven estaba dando buenos frutos e iba en una buena dirección para ser el siguiente líder y eso hizo que su padre le diera un poco de libertad.
Neteyam miraba a su alrededor mientras caminaba por el lugar, había casi olvidado como se veía el pueblo, algunas pueblerinas se detenían curiosas para observarlo con atención debido a todos los cambios que este había tenido y para bien. Sus orejas se pusieron en punta al oír gritos y pasos a sus espaldas, al girarse noto a cuatro jóvenes de una edad similar correr hacia él, pensó por un momento que le darían la bienvenida después de tanto tiempo sin verle por la zona, pero cuando se fueron acercando noto que sus miradas no estaban puestas en él.
-¡Rápido que ya llegó!- exclamó uno de ellos pasando por su lado casi empujándolo
-¡Quiero ser yo quien la ayude!- grito el siguiente yendo en la misma dirección
-¡Oigan, no nos dejen atrás!- los dos últimos muchachos pasaron por su lado
El joven con curiosidad se giró para ver el lugar a donde estos iban, no entendía el alboroto, ¿A quién verían? ¿Quién era más especial que el para llevarse toda la atención? ¿Por qué se veían tan desesperados?
Sus ojos se posaron en aquel Ikran que comenzaba a aterrizar, los cuatro jóvenes con sus respiraciones agitadas miraban atentos a su jinete que aún no descendía del animal. Neteyam esperaba ver aquel gran hombre que causaba tal admiración por los chicos de su edad, creía que podría ser algún tipo de competencia para el, pero se tuvo que tragar sus pensamientos al ver que el gran y masculino guerrero que esperaba termino siendo una chica. Ahora entendía porque el desespero de aquel grupo, la joven bajo de la bestia con gran agilidad dando un brinco y cayendo con majestuosidad, la verdad no estaba para nada mal, cabello tomado y muy bien cuidado por lo que se veía, un vestuario adecuando para volar, ojos brillantes y curvas precisas. Era linda.
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-¡Déjame te ayudo con las cosas!- pedía uno de ellos dándole empujones a uno de sus amigos que buscaba lo mismo que él, el Sully movía sus pies con cautela tratando de buscar mayor información ante la situación
-¡Somos muchas manos para ayudar!- dijo otro ansioso por tener una respuesta de ella
-Chicos calma- contesto la mujer- ya les he dicho bastantes veces que no requiero su ayuda
