¿Qué pasaría si después de tantos años visualizando a alguien como tú rival esa mirada cambia y se transforma a una de amor?
Esto fue lo que le pasó a Neteyam, desde que era apenas un pequeño niño se mostró siempre responsable a sus deberes y muy un...
Luego de llegar a su grupo y proporcionar alegría extra entregándoles más alcohol, se quedó por poco más de cinco minutos para asegurarse que su querido mejor amigo consumiera lo necesario para causar ese efecto de adormecimiento en él. Pronto se encontraba caminando con cautela lejos de sus compañeros, pasando justo por en medio de todo el lugar, con sus ojos busco a Bakary pero no la encontró ni a ella ni a sus hermanos.
Por instinto fue a la pequeña cabaña donde instrumentos de caza se encontraban a mano para cualquier acontecimiento, podría ir hasta su propio hogar en busca de sus personalizadas flechas y arco, pero gastaría tiempo, energía y si alguno de su grupo familiar lo veía sin duda lo llenarían de preguntas y no podría perderse en el bosque junto a la anhelada joven.
No sabía exactamente porque tomo los artefactos, nunca antes lo había llevado con él, solo su cuchillo fijo en sus caderas que servían de protección. Tal vez actuó inconscientemente para llevar algo más con que defenderse en medio de la oscuridad sumado a todo el ruido de la celebración que provocaba el despertar de algunos animales feroces. Tal vez era su propio instinto que le dijo que llevara algo más por si sucedía cualquier problema.
Sus pies sentían lo frio que estaba la tierra, las pequeñas piedras, las ramas y hojas caídas en la superficie. Sus ojos observaban los colores a su alrededor, lo frondoso que eran los arbustos, los anchos troncos de los gigantes y fuertes árboles, las flores brillantes y toda la naturaleza alrededor de él. Sus orejas se movían oyendo ruidos a su lejanía o tan cercanos como sus pies pisando las hojas bajo de él, estaba sin duda atento a todo, sonidos frente a él, aun costado e incluso en su zona posterior.
No fue hasta que el movimiento sumamente notorio sumado a un ruido extraño y particularmente alarmante hizo que su cuerpo se detuviera, no avanzo más, sus orejas en punta y ojos abiertos miraban el lugar esperando cualquier otra cosa. Segundos, que para él fueron largos, transcurrieron antes de que lo mismo pasara, pero en un arbusto que se encontraba tras de él. Sus manos actuaron rápidamente llevando el arco al frente, coloco una flecha en su centro y miro nuevamente el lugar con el arma apuntando el suelo. No quería apresurarse y apuntar a la nada, no quería gastar las flechas ni mucho menos energía por lo que la mejor opción era observar hasta que algo atentara contra él.
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