champagne problems-Finn Wolfhard

Pandemic

Pandemia

23 de Junio, 2021.
Megan Rossie.

Besos, besos, besos y más besos.

Sentía su mano en mi cintura, mis manos en su cabello y sus labios siendo cálidos.

Mis latidos se aceleraban.

—Te amo—sonreí

—Te amo mucho más—me abracé a él y me cargo en sus brazos

—¡Finn, a comer!—¿no era obvio?

—¡Ya voy!

Estábamos pasando la pandemia en mi casa, desde que se decretó la cuarentena, con ayuda de sus padres y en ocasiones Nick, que vivía a unas pocas cuadras. Sophie también vivía con nosotros.

No, no en mi casa de mis padres, en mi casa. Mía, propia, con mi nombre y todo lo que siempre había querido en ella. La compré poco antes de que iniciara la panademia y justamente, me mude unas semanas antes de que llegara a Canadá.

Finn volvió a besarme, aún que se escucharan los gritos de Nick rogando porque fuéramos a comer.

—Finn, Nick se enojará.—besó mi mejilla

Finn se mudo inicialmente conmigo, no con sus padres o Nick o Sophie. Mi plan, era vivir toda mi vida con él.

—Vamos—se bajo de la cama y le seguí el paso

Nos sentamos en la mesa y nos observaron, Mary se acercó a Finn.

—Al menos limpiate —lo regaño, quitando el labial de su cara y yo solté una risita

—¿Que tal esta?—Nick me pregunto

—Genial, ¿doble queso?—asintió

Amaba la pasta.

Muchas cosas habían mejorado en la pandemia, no veía tanto a mis padres, no tenían control ni de mi carrera ni de mi dinero, tenía un nuevo manager, aún los llamaba, mi madre estaba en rehabilitación. Aún que muchas cosas habían empeorado, las crisis y el problema con la comida cada vez era peor.

—No quiero, gracias.—se negó Sophie

Según Finn, a quien no le agradaba mucho Sophie, era culpa de Sophie el problema con la comida ya que ella venía con un TCA fuerte cuando llegó a vivir conmigo y hacia comentarios sobre el aspecto físico de todos.

—¿Segura? Esta delicioso.—trató de insistir Eric

—No, que asco, ¿saben cuantas calorías se están metiendo al cuerpo?—Finn giro sus ojos, aún que su madre le dio un golpe con el codo.

—Corazón, no te preocupes por eso.—Mary fue amable

—¡Dije no!—comenzó a llorar de repente y corrió a la habitación, me baje de la silla para ir tras ella

—Lo siento mucho, Mary, sabes como le afecta.—ella asintió

—No te preocupes, Megan, ella sólo necesita ayuda.

Subí las escaleras y al llegar a la habitación de Sophie, me senté a su lado en la cama.

—¿Estás bien?—tomé su mano

—Estoy cansada de tu maldita suegra—se quejó en sus manos

—Mary sólo trata de ayudarte.

—Ninguno lo hace, al menos Finn me ayuda con su silencio, todo el resto sólo me hostiga.

Al inicio, los primeros seis meses de pandemia durante el 2020, sólo fuimos Finn y yo, luego se unió Sophie y este año, Eric y Mary, Nick nos venía a visitar y se quedaba días en el cuarto de invitados, aburrido del encierro en su propia casa.

—Sólo quieren hacerte ver que necesitas comer algo—negó

—No lo necesito, no hasta que me vuelva a desmayar.—suspiré—Estás celosa, ¿no es así?

—No lo estoy, ¿por qué lo estaría?—soltó mi mano

—Porque soy la amiga guapa y tú sigues engordando—negué con la cabeza—Quizás no soy perfecta, pero claro que soy mucho más guapa que tú.

—Te dejo sola, ¿sí? Si tienes hambre, te guardaré comida en el microondas.—sonreí y me fui de su habitación, cerrando la puerta

A veces, entre tanto encierro y momentos de soledad, pensaba en July, lo genial que había sido conmigo y lo maravillosa que era nuestra amistad. July y yo dejamos de ser amigas, por una discusión que hubo sobre Sophie, en donde July me dijo que era una mala amiga y que no podría abandonarla y decir que otra era mi mejor amiga cuando ella era la que había estado siempre, le dije que claro que podía y me mandó al carajo, no me volvió a hablar y nos dejamos de seguir en todos lados.

—¿Ella está bien?—preguntó Nick y asentí

—Sólo algo alterada.—continúe comiendo de mi espagueti

[...]

—De verdad que hemos decidido que será lo mejor—a lo lejos escuchaba la voz de Eric

—¿Por qué? ¿Por la actitud prepotente de Sophie?—ese era Finn

—Claro que es por eso.—afirmó Nick

—No es por eso, corazón—Mary

—Lo es, no mientan.

—En la mente de Nick, es así, en nuestra mente es porque ustedes tres son jóvenes y se pueden divertir mucho más sin nosotros—baje las escaleras

—¿Todo esta bien?—pregunté

—Sí, Megan, sólo estábamos contándole a Finn que nosotros nos iremos de tu casa—fruncí mi ceño—, te lo diríamos en la mañana pero ya que estas despierta.

—¿Por qué se van? La hemos pasado muy bien cocinando, con los juegos de mesas y demás.

—Le decía a Finn, que ustedes tres son jóvenes y se pueden divertir mucho más sin nosotros.—dice Eric

—No estoy totalmente de acuerdo, pero espero les haya gustado mucho mi casa y que hayan disfrutado estar con nosotros—sonreí

Si se iban Mary y Eric, sería bastante difícil para mí, ambos me ayudaban bastante con las crisis y sobre todo Mary, me preparaba un delicioso té calmante y había comprado unas fragancias para mí.

Continuamos hablando un buen rato y me confirmaron que esa era su decisión, sólo me quedo aceptar que se irían mañana por la tarde.