Enamorada de la 118 (PAUSADA)

Capitulo 60

Los días de vacaciones han terminado, ya estamos en el avión de vuelta hacia Los Ángeles, por suerte vamos juntos, estamos hablando sobre cómo diremos a los demás que nos hemos prometido.

-Supongo que podemos hacer una cena todos juntos, hasta pasado mañana no trabajamos, hoy o mañana deberíamos juntarnos-digo acariciando su mano-Más adelante se lo diremos a nuestros padres.

-Bueno, sobre eso... Mi madre ya lo sabe, fue la que me ayudó a saber cómo hacerlo de manera romántica.

-Oh, ¿pero solo lo sabe ella?-asiente-Entonces será una buena sorpresa para los demás.

-Eso espero-sonríe y besa mi mano donde luce el maravilloso anillo-Te amo.

-Yo también te amo-nos damos un suave beso.

-Disculpen, siento interrumpir-dice una azafata y la miramos-¿Pueden poner en su sitios las bandejas y ponerse los cinturones? Estamos a punto de aterrizar.

-Oh, claro, por supuesto-le sonrio, cierro la bandeja y me aseguro de tener el cinturón puesto.

Por fin llegamos a casa, nos han recogido Gael y Asher y ya hemos dejado a Buck en su casa. Les he mandado un mensaje a todos para ir a cenar hoy a casa de Buck pero Maddie ha propuesto hacerla en la suya ya que es más grande y podemos organizarla en el patio.

Guardo el anillo en mi bolso ya que yo iré antes a casa de ella para ayudarla y no quiero estropear la sorpresa.

Al entrar a mi cuarto comienzo a deshacer la maleta para sacar algunas prendas de ropa para lavar, cuando termino salgo al salón.

-¿Hoy venís a cenar a casa de Maddie?

-No vamos a poder, mamá y papá están de camino para vernos, en nada llega su vuelo.

-Que vengan también, Buck y yo tenemos una cosa que deciros.

-Cuando los recoja se lo comentaré.

-Está bien. ¿Estás nervioso Gael?

-¿Por qué?

-Vas a conocer a tus suegros hoy, además de que Asher va a salir del armario con ellos, desearía estar delante, para apoyaros sobretodo.

-Podéis quedaros Gael y tú aquí en casa mientras voy a por ellos, así intento amenizar esa parte y podéis preparar algo de picoteo y vino.

-Claro, sin problema, así podré conocer mejor a mi cuñado-respondo cogiendo del brazo a Gael-Tal vez te critiquemos.

-No, mejor no. Por si tú sabes cosas sobre mí que él no sabe aún o viceversa.

-Nos pondremos al corriente de lo que sabemos o no-él rueda los ojos y coge las llaves de mi coche-Eh, me dijiste que estos días te comprarías un coche.

-Serás mentirosa. Te dije que me compraría un coche, no dije cuando.

-Pues ya va siendo hora, que la gasolina no está barata.

-Pero si te lleno el depósito cada vez que lo cojo-me mira divertido.

-Sí, sí. Anda tira a por nuestros padres, nosotros prepararemos algo aquí.

No dice nada, simplemente asiente y sale de casa, miro a Gael y vamos a la cocina donde sirvo dos copas de vino y le extiendo una.

-Gracias-sonríe y brindamos-Salud.

-Salud-bebemos-Entonces... ¿Cómo os conocisteis? Mi hermano no me lo ha contado.

-En un accidente de coche, suena raro, lo sé-sonríe-Mi estación fue la que se encargó del aviso y obviamente la policía también estaba ahí, cuando lo vi aluciné, el uniforme le queda tan bien que cuando terminamos me acerqué a hablar con él. Ahí supe enseguida que él no había salido del armario aún así que me propuse hacerle abrir los ojos y traerlo a mi acera-se ríe-Y pues lo conseguí.