now i know heesun

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se sentía cansado, últimamente ese era el único estado que su cuerpo conocía y seguía sin saber porqué.

Su madre seguía siendo tan sobreprotectora como siempre, dejándole sonoros besos en la frente y llamándolo "su bebé gigante"

era gracioso, porque Heeseung seguía sin pegar el estirón, siendo un chiquitín al lado de los demás, incluso jungwon lo había pasado en altura.

—¿Ya te vas? — cuestiona su madre, que ha estado leyendo un libro en la sala de estar.

Heeseung asiente, pero antes se para frente a su madre, con el rostro apenado, esperando a que la mujer le diera el visto bueno sobre su ropa.

No sabía demasiado sobre cómo vestirse o qué le favorecía, tampoco quería que se burlaran por intentar parecer "genial" cuando claramente era un donnadie.

Se avergonzaba de usar cosas tan comunes como un gorro y odiaba sacarse las gafas frente a los demás....¿Qué tal si se veía raro?

—te ves bien, cariño — le dice la mujer junto a una sonrisa tranquilizadora.

Heeseung sabe que su madre le dirá eso aunque se vea fatal, pero actualmente es la única opinión que puede pedir sin pena.

—gracias mami, volveré pronto — le avisa y trata de huir, pero su madre es rápida y le da un fuerte abrazo.

—por favor, cuídate mucho, no vayas con extraños y no les aceptes nada ¿Si? — Heeseung creería que está bromeando, pero su rostro preocupado es tan genuino que le hace soltar el aire.

—mamá, ya tengo catorce...no aceptaría nada de un extraño — se queja cuando al fin se separan.

—me parece bien, no deberías consumir nada ilegal tampoco — le recuerda y Heeseung trata de no rodar los ojos con diversión.

¿En serio su mamá le advertida de sustancias ilegales cuando simplemente iría a ver una película con su amigo súper nerd que tiene como droga un videojuego?

—no está en mis planes — responde y eso es todo para que su mamá lo deje ir.

Heeseung al fin sale de casa, se siente como un niño con su suéter a cuadros que combinaba perfectamente con sus calcetines del mismo color.

había aplicado un poco de un perfume que su madre le había regalado, por supuesto que está vez se encargó de pedirle uno que no fuera de chiquitines, porque él ya era un adolescente.

Mientras caminaba observó la casa de sunoo, el padre del chico arreglaba el jardín delantero, Heeseung creía que el señor Kim era increíble.

Empezó a caminar más lento mientras pensaba si debería saludarlo. Siempre lo hacía, pero no quería molestarlo, así que estuvo en un debate mental hasta que escuchó la voz del hombre.

—¿Saldrás, Heeseung? — cuestiona el hombre, su parecido con sunoo es increíble.

—si...señor Kim — responde deteniéndose frente a la casa del mayor.

—¿Irás a divertirte? ¡Eso es bueno, te ves fantástico! — anima y Heeseung siente su rostro enrojecer un poco debido a la pena.

No sabía si se lo decían por lastima, pero trataría de tomarlo como algo positivo.

—muchas gracias señor Kim, nos vemos pronto — se encarga de decir antes de hacer una reverencia.

Quiere decirle que salude a sunoo de su parte, pero eso sería completamente idiota sabiendo de que vería a sunoo el lunes en el colegio.