now i know heesun

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everything will be fine

Sonrió al verlo de nuevo, luego de tanto tiempo, sorprendentemente seguía luciendo igual de brillante a pesar de haber pasados dos años desde la última vez que se vieron en persona.

Sunoo se veía igual de hermoso, seguía haciendo que su corazón latiera con impaciencia, como si vivir fuera más agradable con la existencia del ahora rubio.

Heeseung se sentía tan vivo de poder verlo de nuevo.

Dio unos pasos más, queriendo estar lo más cerca posible del chico que tanto amaba y su corazón se derritió cuando sunoo terminó de acortar la distancia y lo envolvió en sus brazos justo como antes.

Heeseung aspiró aire, sintió que hace mucho no se sentía tan lleno como en ese momento, dónde parecía que respirar si estaba dándole lo necesario para mantenerse de pie.

Ya no se sentía como un muerto viviente en busca de redención.

Aspiró el aroma a frambuesa de sunoo, a pesar de estar lejos por tanto tiempo, ese aroma seguía siendo igual de reconfortante que hace años.

Se permitió llenarse de él y lo abrazó lo más fuerte posible.

Necesitaba asegurarse de que sunoo estaba ahí, con él en ese instante y que el agarre era tan real.

La risa de sunoo se escuchó, una dulce melodía contagiosa que logró que Heeseung se sintiera como un niño de nuevo.

También sonrió.

—no me iré....no de nuevo — dijo sunoo mientras se encargaba de acariciar su espalda para desaparecer la leve tensión que vivía en el cuerpo de su mayor.

Heeseung hizo caso, porque sunoo nunca le mentiría, así que debilitó su fuerza pero no sé alejó ni un centímetro, es más, su nariz rozó contra el cuello pálido del menor.

Sunoo volvió a reír, alegando que Heeseung le hacía cosquillas, pero eso no hizo que ninguno se alejara.

Se sentía como antes.

Como si el tiempo no hubiera pasado.

—te extrañé — dijo por fin Heeseung, sus labios marcándose en la mandíbula del menor.

Estaban fuera, en una calle que era lo de menos, pero por primera vez se sintió tan libre de poder expresar el amor que sentía sin importar el qué dirán.

Mierda, se había perdido de esa sensación tan maravillosa debido a su miedo al rechazo. Definitivamente, si lo hubiera sabido antes, él hubiera besado a sunoo frente a cualquier persona con tal de sentirse así de vivo.

—lo siento — dijo despegado un poco los labios de su chico.

Sunoo no respondió al instante, pero cerró sus ojos disfrutando de cada besito que le regalaba el mayor, pues se sentían como puestas de sol en un frío invierno.

—no fue tu culpa...fue la situación — le recordó sunoo, sus manos ahora rodeando el cuello de Lee.

Heeseung le dedicó una pequeña sonrisa, que definitivamente podría expresar todo el amor del mundo, aunque definitivamente solo sunoo podría entender eso, pues sólo él conocía el amor que Heeseung regalaba.

—aún así...— dijo el mayor, ahora escondiendo su rostro en el cuello de Kim.

Sunoo simplemente soltó una corta risa y se encargó de acariciar el cabello de Heeseung, que sorpresivamente seguía tan suave cómo siempre.