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Todo había salido terrible, no solamente estaba consiente de que perdería a su esposa, si no que también fue para nada a aquel campamento en el cuál termino perdiendo a final de cuentas, gasto tiempo, no se llevó ni un solo amigo. Había un patrón en ambas cosas, que por hizo todo por su esposa para que al final está le dijera qué la relación perdió la chispa y también dio hasta su vida por una niña que había visto como una hija, así es, Fiore, la cuál también terminaría por echarlo de ahí. Ahora Alec sabía qué está vez no debía confiarse de nadie, ni de su propia sombra, ni tampoco volvería a tomar cariño hacia una persona pues la última vez qué lo hizo salió fatal.

Estaba listo, fue citado por su esposa para el papeleo del divorcio el cuál haría oficial esto. Alec no estaba de acuerdo, aún no podía aceptar qué le estaba yendo mal, qué todo estaba derrumbandose a su alrededor. Perdió todo, hasta a su propio hijo el cuál también no parecía estar muy contento con esto despidiéndose con una expresión de total tristeza en su rostro.

Los días pasaron, Alec decidió comprar un apartamento para él dónde nuevamente tendría que estar alrededor de más gente, aunque bueno, técnicamente se las ingeniería para que no fuera así pues hasta los mismos vecinos rara vez lo veía salir e incluso decían que pedía comida a domicilio con tal de no poner un solo pie fuera del departamento. Lo describían cómo un hombre extraño, distante y bastante infeliz. ¿Pero cómo no estaría así?, la vida le hizo una mala jugada acabando con la poca estabilidad mental que le había quedado, sintiéndose que en cualquier momento colapsaría.

Llevaba dos meses así, dos meses que parecían un infierno teniendo deuda tras deuda acumulada, sentía que esto se le estaba yendo de las manos así qué finalmente terminaría por tomar una desición no muy buena. Oh si, fue un martes por la tarde cuándo el castaño, Alec, decidiría salir por fin de su departamento pero sin cruzar una sola palabra con alguien, pareciendo apurado a ir directamente a un lugar, ¿Dónde podía ser?, ni un vehículo había tomado, estaba caminando bajo la fuerte lluvia junto un aire frío y con un pobre abrigo que apenas podía cubrirlo del frío. Estaba decidido, sabía que no tenía más motivos para seguir con esto, ¿Que podía perder? O más bien, ¿Quién podría perderlo?, con solo pensarlo podría sentir cómo el dolor junto la rabia de juntaban dándole el suficiente valor para cometer lo que tenía en mente. Así es, se puso en la orilla de el puente para cruzar el otro lado de la calle, colocó sus manos en el barandal para poder subirse y prepararse para caer de una gran altura, así que dejaría caer su cuerpo hasta sentir un fuerte jalón viniendo detrás suyo haciendo que caiga pero nuevamente dentro del puente sintiendo cómo algo... No, algo no, alguien había amortiguado su caída.

-¡Maldita sea!, ¿¡Qué carajos quieren de mi!?

Exclamó casi gritando con furia y con sus ojos llorosos los cuáles apenas se notaban debido a las gotas de lluvia.

-¡Alec cálmate por favor!, ¿¡Que hacías ahí!?

Esa voz, esa voz le sonaba tan familiar, ¿Acaso lo llamaron por su nombre?, Sin duda no se podía tratar de algún oficial o un desconocido así que rápidamente el castaño se daría la vuelta para ver de quién de trataba viendo así ese rostro nuevamente, era él...






ㅤ ㅤ (Author's note : Está parte estuvo corta para causar suspendo pero la siguiente será mucho más larga. Si hay errores de ortografía o de redacción me disculpo pues llevó mucho tiempo sin escribir historias, espero les gustes y tengan un bonito día)

౿  ִ 𝐃𝐈𝐀𝐌𝐎𝐍𝐃 ׁ  ꪆ - 𝗔𝗟𝗘𝗡𝗜𝗖𝗞 !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora