月 | 43 |

1.3K 140 101
                                    

Drástico

Drástico

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era él...

Él estaba ahí...

Tan cerca de ti.

Reconocerlo de inmediato era algo que estaba en lo más profundo de tu inconsciente, y a pesar de tenerlo a unos cuantos metros de ti todo parecía ser un sueño. Tu pulso era frenético que hasta llegaste a pensar que tu corazón podría salirse de tu pecho en cualquier momento, tus pupilas temblaban con fuerza al igual que tus manos por muchos y diferentes sentimientos te recorrían y que te hacían imposible concentrarte en uno solo.

¿Por qué él estaba aquí?

¿Y por qué hasta ahora?

Todo se sentía tan irreal.

Aunque no eras la única que se sentía de esa manera, él, la persona con la que viviste tantas experiencias y experimentaste muchas cosas por un tiempo estaba de la misma manera.

Sus opacos ojos no habían cambiado en lo absoluto, su color profundo como la gema preciosa amatista parecían mirarse intactos, pero reflejaban tanto dolor en ellos. La expresión en su rostro no era para menos, su cabello azabache se movía al compás del aire que seguía habiendo a su alrededor mientras estaba completamente estático en su lugar. Te observaba, y era como si su alma hubiera encontrado un ansiado alivio que toda su vida buscó sin parar, su expresión se suavizó de una manera inexplicable después de escucharte susurrar su nombre con tu suave y melodiosa voz a pesar de haber sido en solo un murmullo.

Por fin te había encontrado.

Tu cuerpo tampoco se movía, no sabía como reaccionar a esto, pues solo sentías como tus músculos se entumían de a poco, como si de repente hubiera llegado un intenso frío de las épocas más intensas de invierno.

El sensible borde de tus ojos comenzó a tornarse de un tenue rojo y luego comenzaron a picar con amenazas de por medio con querer llorar, pronto se miraron las pupilas del dorado de tus ojos cristalizarse por las lágrimas. Tu mente aún no asimilaba nada, pero tu cuerpo empezaba a reaccionar.

Tu rostro le era tan difícil de olvidar y juraba que si pasaban mil años él lo recordaría a pesar de todo, es como si desde Eras antes tú ya estuvieras impregnada en su alma.

Sus pies lentamente le fueron respondiendo ante lo que sucedía y dentro de poco no le importó mucho su alrededor para que por fin después de tanto tiempo sus brazos rodearan tu cuerpo. Te sujetó con fuerza y delicadeza a la vez, como si tuviera miedo de que volvieras a alejarte de él.

—Mi amor... —tu piel se estremeció al sentirlo y escucharlo tan cerca, su profunda voz era tan reconfortante que volver a escucharlo era un completo alivio para todo tu ser—. Por fin te encontré.

Sus palabras lograron que el trance en tu cuerpo y mente se esfumara por un momento cuando analizaste lo que dijo, ¿Él en verdad siempre te buscó?

Dejaste de creer que Michikatsu no había hecho algo al respecto por ti desde aquel día que te raptaron y menos cuando te enteraste que ese grupo de personas eran el bando enemigo al que él pertenecía. Además, haciendo un poco de memoria, la última vez que tuviste contacto con Michikatsu no fue muy buena.

TRATO || Michikatsu Tsugikuni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora