月 | 17 |

3.8K 309 73
                                    

Visita familiar

— ¿Nos vamos? — preguntó el azabache llegando a tu lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Nos vamos? — preguntó el azabache llegando a tu lado.

Estabas esperando su llegada ya que te encontrabas en la puerta para poder ir a visitar a tu pequeña familia como te lo había dicho la noche anterior.

Volteaste a verlo y asentiste con la cabeza para salir por la gran puerta de ese lugar, Kami y Yuki solo se basaron en despedirse y esperar su llegada. Subieron al auto que los estaba esperando afuera para dar inicio al recorrido hasta tu casa. Te sentías muy feliz de por fin, después de semanas, volver a verlos y poder abrazarlos pero también de sentías un poco nerviosa al no saber si ellos sabían lo que tu padre se dedicaba, bueno, más si tu madre lo sabía ya que tu hermano pequeño era seguro que no sabía nada como tú antes.

Por la ventana del auto veías aquellas calles que daban camino hacia para tu hogar, aquellas calles dónde pasabas cuándo salías de la universidad o cuándo hacías tus prácticas en el hospital, el hospital dónde conociste al hombre que iba sentado al lado de ti.

El hombre que seguramente sabías que sería el encargado de causarte nuevas sensaciones y emociones a pesar de su porte autoritario.

Pasaron unos cuantos minutos en dónde después el auto se detuvo. Respiraste hondo y volviste a ver por la ventana para observar tu pequeña casa. Seguía igual a como la recordabas, pequeña y acogedora, por dónde casi 21 años habías vivido junto con tu familia.

— Será mejor que vayas tu sola — habló notando tu mirada pérdida y nerviosa al observar tu hogar.

— Si, no creo que mi madre se ponga feliz si vas conmigo — reiste de tan solo pensarlo.

— Estaré esperándote aquí —

Le sonreiste leve y asentiste para salir del auto y caminar a paso nervioso hasta la entrada de tu casa. Sentías una felicidad tan grande de volver a ver tu madre y hermano que en el instante que llamaste a la puerta sentiste tu mano temblar.

— ¡En un segundo voy! — se escuchó una apresurada y femenina voz que hizo brillar tus ojos.

Y ahí estaba ella, la hermosa mujer que te había dado la vida que lucía igual de radiante y amable que siempre a pesar de la situación que antes vivían, con una mirada tranquila que rápidamente cambió a una totalmente asombrada.

— ______... — susurró también sintiendo sus manos temblar de la emoción — ¡_______! ¡Querida hija mía! — sin esperar un segundo más se lanzó a abrazarte fuertemente hasta lograr rodearte con sus brazos.

— Mamá... — aceptaste sin dudar su abrazo mientras sentías que de tus ojos querían salir unas pequeñas lágrimas.

— Hija mia, te extrañé demasiado. Estuve tantas semanas sin saber de ti que me temía que te hubiera pasado algo malo — dijo con preocupación. Tu hermosa madre no se había aguantado las ganas de llorar y ahora corrían por sus mejillas las lagrimas.

TRATO || Michikatsu Tsugikuni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora