Una apuesta

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Diane

Desde que soy una niña siempre me gustaron las apuestas, gracias a mi padre y sus influencias siempre podía llevar mis juegos a otro nivel

Uno en el que había sangre y millones de billetes en juego

La persona frente a mí trago saliva un tanto nervioso

Era un rubio, no muy alto, de ojos verdes como las esmeraldas, su simple presencia ponía a todos alrededor con los nervios de punta, menos a mi

Yo iba a ganar este juego, no podía perder

Le di un último sorbo a mi cerveza y sonreí

No podía mentir, este juego si me estaba afectando, quizás por los altos niveles de alcohol que había consumido en tan solo una hora, mis piernas ya comenzaban a ponerse débiles y mi entrepierna mojaba cada vez más mis bragas

— Décima ronda —dijo el cantinero poniendo sobre la barra cuatro jarras de cerveza nuevas—. Adelante

El rubio sonrió y me hizo una señal de que yo empezara, me encogí de hombros y lo hice

Mire el reloj, ella se estaba tardando

Nos acabamos la décima ronda y justo antes de que sirvieran la onceava una mujer peli blanca apareció en el bar, con el cabello recogido en una cola de caballo y las cejas fruncidas, su mirada fue directo hacia el rubio, estaba enojada

— Tuviste suerte bonita —dijo dejando sobre la mesa mi paga —. Quizás la próxima salgamos a tomar sin una apuesta de por medio

— claro... si tu mujer te deja obvio

El soltó varias carcajadas, me hizo una señal de despida y se retiró

Mi cabeza cayó en la barra, joder, esto si me había agotado

— ¿agua? —me preguntó Sariel, el encargado de la barra—.

— Dos vasos de whisky y uno de agua para la señorita —pidió con una sonrisa alguien a mi lado—. Hola hermosa, ¿me extrañaste ?

Negué con mi cabeza, tengo ganas de vomitar, el peli verde hizo un puchero

— King quiere verte

King.....

El era el mayor enemigo de mi padre, no entendía el porqué, yo conocía a King desde los dieciséis, ¿razón?

— el maldito hijo de puta me secuestro

— eso fue hace años, ahora quiere hacer las pases

— ¿de verdad? —pregunté con gracia —. ¿Oh quiere que le diga las rutas por donde mi padre lleva su droga?

El peli verde se tensó, así que eso quieres King Fairy

— estas en lo incorrecto

Casi me caigo de mi asiento cuando aquella voz llegó a mis oídos, una voz ronca y demandante, digna de un príncipe de la mafia

Helbram se fue dejándonos a solas, mierda, acabo de perder mi última esperanza de salir de aquí

Mis hombres lo rodearon y apuntaron con sus armas, los de él no se quedaron atrás, alce la mano en señal de que bajasen las armas, el hizo lo mismo

— ¿qué quieres?

— apostar

Reí.

— ¿cartas, ruleta, o prefieres que adivine el número en el que estás pensando?

King sonrió de labios cerrados, metió su mano en su bolsillo lo que me hizo por instinto sacarle el seguro a la pistola que tenía en mi bolso

El río, puso a vista de todos un pequeño objeto, del porte de una tapa de cerveza

— una moneda, con eso apostaremos

La hija del señor GantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora