Cuarenta y siete

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Ya habían pasado semanas desde que habían comenzado a convivir. Nicholas arregló una de las habitaciones extra que tenía desocupadas, y la acomodó totalmente al gusto del menor.

Aunque días más tarde descubrió que pasaba más noches en su cama que en la que había comprado para él.

Euijoo había comenzado a estudiar para tomar los exámenes de ingreso a la universidad, con ayuda del alfa, que no dejaba de apoyarlo.

Respecto a la familia del menor... Bueno, estos habían dejado claro lo decepcionados que estaban, y las personas del convento lamentaban haber perdido a tan disciplinado discípulo.

Muchos rumores que fueron esparcidos. Desde que Euijoo probablemente ahora estaba siendo prostituido, hasta que en realidad pertenecía a una secta. Sí, ese montón de ridiculeces que Nicholas se encargó de no hacer llegar a los oídos de su bonito omega.

En cuanto a ellos...

Se llevaban bastante bien. Buena química y comunicación clara.

Con el paso de los días los abrazos y el dormir juntos de vez en cuando se había vuelto una costumbre.

Euijoo dejó de estar algo tenso alrededor del alfa, y se abrió a él. Ahora le contaba todo, y se había llevado demasiado bien con los amigos de este.

Sobre todo con el joven Taki, y su alfa K. Fuma y Harin también eran demasiado agradables con él, y su bebé recién nacido llamado Yuma era una cosita tierna.

Los padres de Nicholas... Bueno, ellos eran... Algo secos. Acostumbrados a los lujos y mirando a las personas desde arriba. Sobre todo la madre del alfa, era la que soltaba comentarios mordaces acerca suyo, cuando Nicho se empeñaba en decir que era su omega y que estaría con él sin importar nada.

Varias veces se sintió mal por no tener la aceptación de estos, pero luego el guapo alfa ahuyentaba esos pensamientos diciéndole que ellos eran así de desagradables con cualquiera, hasta con él mismo, así que no se lo tomase personal.

Justo ahora el menor estaba en la cocina, cortando unas manzanas para hacer jugo. Estaba tan entretenido que no notó cuando el alfa regresó de la empresa y se recostó en el umbral de la cocina.

Fue por ello que cuando se volteó dio un brinquito, y dejó la manzana y el cuchillo sobre la encimera. Sonrojándose violentamente al notar lo increíblemente atractivo que se veía el mayor usando ese traje caro.

── Hola, Nicholas ──saludó.

── Ejoo... ──le sonrió de vuelta.── ¿Qué haces? ──

── Jugo ──respondió.── Para acompañar la cena ──

Nicho se acercó a inspeccionar y luego fisgoneó por allí.

── Wow. Huele delicioso todo y luce muy bien ──dio su opinión y el contrario sintió su corazón latir fuerte.

Le gustaba mucho ser halagado por el pelinegro.

── Sé que parece casi imposible, dado el lugar donde antes vivía, pero soy muy bueno en la cocina ──murmuró avergonzado.

El mayor lo miró algo coqueto, y luego sonrió de lado.

── Yo no lo dudo. Tú eres muy bueno en muchas cosas ──

Sin más se alejó un poquito.

── Realmente espero que te guste. Tú siempre eres quien prepara la cena, a pesar de llegar tarde. Yo hoy quise devolver un poco de eso. Si voy a vivir contigo, entonces debo servir para algo ──

Yixiang negó.

── Escucha, amor ──él ni se percató del apodo que usó, pero Euijoo sí y se sonrojó.── Tú no tienes que hacer nada de eso. Vivir conmigo no significa que debas hacer algo para tratar de compensarlo. Yo sólo quiero que tú seas feliz y libre de tomar tus propias decisiones ──

Harua On Board [Nicholas x Ej] NichojooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora