Harua On Board [Nicholas x Ej] Nichojoo

Cincuenta y seis

── Papá ensemo no ──aseguró Haru, en los brazos de su papi cuando le fueron a buscar a la casa de su alfita unos días después.

Nicholas se echó a reír y negó.

Estaban de camino vuelta al auto. Juju les seguía de cerca.

── ¿Sabes a dónde iremos ahora, cucú? ──

Harua lo miró curioso.

── Con el doctor. A tu mami le tomarán fotitos en la pancita para que podamos ver a tu hermanito ──

El bebé se sorprendió y luego se carcajeó de felicidad.

── Mamá ──luego llamó a Juju, intentando buscar la seguridad de la noticia.

── Así es cucú. De verdad iremos ──

Entonces chilló emocionado. Él quería ver a su hermanito. Y luego le contaría a la pancita cómo le fueron estos días en la casa de su Uma.

[⺌하루아！ ヾ]

Euijoo lloró cuando le mostraron al pequeño y sano alfa que llevaba en su vientre. Todas las emociones se mezclaron y acabó por hacer reír de ternura a la doctora que le estaba haciendo la ecografía.

── Mira, cucú, esa manchita blanca de allí es tu hermanito ──Nicholas le señaló la pantalla al bebé.

Este frunció su ceño. No entendía como eso podría ser su hermanito.

── Papá, ño. Eto ño enanito ──negó cruzadito de brazos.

── Sí, cucú. Ese es él. Sólo que aún tiene que seguir creciendo en la pancita de tu mami ──explicó.

La doctora se rió levemente.

── No te preocupes, pequeñín. Tu hermanito crecerá muy pronto allí y luego podrás conocerlo ──

Harua escuchó lo que dijo aquella mujer de bata blanca y se aferró al cuello de su papi, mientras miraba a Euijoo aún acostado en la camilla.

Cuando ambos omegas cruzaron miradas el bebé le lanzó un besito cariñoso e inocente.

Juju se carcajeó de amor, aún con los ojitos brillosos.

[⺌하루아！ ヾ]

A pesar de lo poco que había caminado -porque el viaje había sido en auto- Juju estaba algo adolorido. Con este embarazo sus piernitas se estaban hinchando y se le adormecían.

Pero bueno, solía escuchar de personas mayores que llevar un alfa en el vientre siempre era un poquito más trabajoso.

Harua estaba tirado sobre una afelpada colcha, en el suelo, jugando con algunos de su montón de juguetes esparcidos por allí.

Nicholas estaba haciendo Dios sabe qué.

Estando sentado en el sofá, Juju encendió la tele para ver alguna de las películas animadas de Harua que a él también le entretenían y se acomodó tratando de alcanzar sus pies con sus manos para tratar de aliviar el malestar.

La mala noticia era que su pancita hinchada le impedía extenderse, porque ya era un pequeño obstáculo. Se rindió y llamó a su a su esposo.