Sesenta y tres

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La cita del día siguiente terminó y Euijoo salió de la consulta nuevamente callado. Nicholas empezaba a extrañar un poco su voz.

Su omega nunca había sido extremadamente hablarín, pero sí se lo contaba todo.

Ahora se lo guardaba para sí mismo. Y Nicho se sentía al borde de un precipicio.

Fue por ello que cuando llegaron a casa esa vez, a pesar de que el alfa debía volver a la empresa, decidió tomarse un momento para romper ese hielo que se estaba formando alrededor de ellos.

── Hey, precioso ──le habló bajito, sujetándole la mejilla.── ¿Qué pasa? ¿Por qué no me hablas? ──

Euijoo suspiró pero se quedó en silencio. Sus ojos escapando de los Nicholas se sintieron como recibir una puñalada mortal.

Lo sostuvo para dejarlo sobre su regazo y lo volvió a intentar.

── Está bien. Empecemos otra vez... ¿Te gustaría hablar conmigo? ¿Qué tal fue la sección de hoy? ──

El omega seguía sin decir nada.

── Te hará mejor hablar. Para eso es la terapia. Que tomes un tiempo con el psicólogo no significa que en casa no puedas hablar de ello ──le explicó.── ¿De verdad no vas a hablar conmigo? ──

Yixiang se vio tentado a decirle "me voy a poner aún más triste si continúas ignorándome de esa forma", pero jugar de esa manera, con su esposo en ese estado era peligroso. Aunque ciertamente, ya no tenía la certeza de que quisiera decirlo sólo jugando.

Cuando intentó acercarse a dejar un beso de piquito en sus labios, Ej retrocedió y sus ojitos mostraron terror. Como si la persona que estuviese intentando besarlo no fuese él.

── Está bien, ángel. Lo capto ──finalmente Nicho se rindió, intentando darle su espacio.

Lo sujetó de la cintura para quitarlo con cuidado de su regazo, pero en ese instante fue que su esposo reaccionó. Esta vez lucía más como él.

── Alfa ──

── Hey ──le habló bajito.── Hola, mi amor ──

── Hola ──respondió en un susurro, acomodándose más cerca.

── ¿Quién era ese de hace unos minutos? ──

── Lo siento ──se disculpó abrazándolo.── Es sólo, que a veces entro en trance. El psicólogo dijo que era normal. Que las primeras secciones iban a ser complicadas, porque es como si reviviera todos esos momentos malos al contárselos. Pero mejoraré ──explicó con un atisbo de emoción en su voz.

Nicholas se permitió calmarse.

── Por supuesto que te pondrás bien. Yo voy a ayudarte. Pero tienes que dejarme hacerlo. Si sólo llegas a casa en silencio y no me dices cómo te sientes no puedo hacer nada ──

── No creas que te estoy rechazando. Sólo... Es que me bloqueo ──murmuró apenado.── No entiendo por qué me pasan las peores cosas a mí ──

── No pienses de esa forma. Esto es sólo una fea etapa que debes superar. Pero no estás solo. Me tienes. Y sabes que voy a hacer de todo para que esa sonrisa tan hermosa y brillante que tienes vuelva a iluminar todo el jodido planeta. Pero tienes que dejarme hacerlo ──le acarició el cabello mientras su esposo asentía despacio.── Además, piensa en que lograste salir a tiempo de ese maldito lugar. Tu madre ya no puede lastimarte ni acercarse a ti. Y tienes una hermosa familia conmigo. Piensa en los bebés, mi amor. En nuestros dos pedacitos de sol y luna ──

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⏰ Última actualización: Sep 18 ⏰

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