Treinta y nueve

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── Harua~ ──el omega mayor llamó al bebito que gateaba por toda la sala para esconderse.

Su mami había mencionado que lo bañaría. Y él no quería. Aún tenía el pijamita con el cual se fue a dormir y este tenía impregnado el olor de su papi, de cuando este se despidió de él en la mañana antes de irse a la empresa.

Una vez Euijoo llegó a la sala se sorprendió de no encontrarlo.

¿Dónde se había metido?

── Vamos, bebé, tienes que tomar un baño ──le informó.

Luego escuchó un gruñidito proveniente del cachorro que en su intento de esconderse se delató.

Ej no tardó en encontrarlo escondido tras el sofá. Lo levantó y Harua no tardó en hacer un pucherito.

── Amor, no vayas a llorar. Sólo es un baño. A ti te encanta tomar baños, porque juegas con tus juguetitos y la espuma, ¿por qué ahora no quieres? ──

El cachorrito dejó escapar una lagrimita de sus lindos ojitos, y pronto sollozó.

── Mi vida, no te pongas así. Mami se pone triste ──

Le acarició la cabellera negra y le besó la frentesita.

Esperó a que calmara su llantito, y después lo bañó.

Harua seguía con un semblante triste, mientras lo vestía.

── ¿Por qué estás así? ──

── Papá... ──murmuró bajito.

Entonces Euijoo entendió.

Los últimos días Nicho no había tenido mucho tiempo para dedicarle al bebé. Demasiadas juntas en la empresa y viajes de intermedio que lo hacían llegar a casa muy tarde, ya cuando el cachorro estaba durmiendo.

Harua lo extrañaba.

Euijoo se dio cuenta que el bebé no quería bañarse porque aún en su ropita de dormir tenía impregnado el olor de Yixiang.

Por ello no tardó en tomar esa camisa que el alfa usaba para dormir y arropó al cachorro con ella.

El bebé ronroneó al olfatear el olor que lo hacía sentir seguro y se acurrucó.

El omega lo tomó en sus brazos y lo llevó consigo a la sala, para que tomara su siesta del medio día, mientras él veía un poco la tele.

Aunque sus pensamientos se vieron frustrados cuando cierto alfa de traje entró a la casa con una sonrisa y una bolsa en la mano.

── Buenas tardes ──saludó risueño.

Ej se emocionó.

── ¡Alfa! ──

Y seguido de él, el cachorrito giró su cabecita y sonrió con los ojitos brillosos.

── ¡Papá! ──

Nicho dejó la bolsa sobre la mesita del centro, y se acercó a sostener a su hijito. Este chilló contento y dejó un besito baboso en su cara.

── ¿Me extrañaste, cucú? ──

── Estuvo llorando por ti ──informó el omega, acercándose a besar de piquito los labios del taiwanes.── Le tuve que arropar en mis brazos con tu camisa ──

Nicholas soltó un sonido de ternura y liberó feromonas para marcar al bebito.

── Papá estará contigo, cucú. Y jugaremos juntos hasta que te quedes dormidito ──

Harua On Board [Nicholas x Ej] NichojooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora