Harua On Board [Nicholas x Ej] Nichojoo

Cuarenta y tres

Al llegar a casa Nicho no tardó en ayudarlo a tomar un baño, cuidando de no mojar los vendajes, ya estos no debían ser cambiados hasta el día siguiente.

Cuando lo dejó en la cama matrimonial Euijoo murmuró algunas cositas que no entendió mucho -ya que estaba adormilado, probablemente aún por el medicamento- pero aún así besó su cachetito y luego de dejar una marca de olor en él, salió de la habitación para poder arreglar lo que habían dejado fuera de lugar, tomar un baño y también preparar algo de comer. Con todo el ajetreo se les había ido el apetito, pero aún así, debían comer, sobre todo Juju.

Unos minutos más tardes finalmente Fuma llegó para traer a Harua, y este cuando vio a su papi casi muere de amor en los brazos de su futuro suegro.

Su guapo progenitor le sonrió con tanto amor que el cachorro se derritió todo. Moviéndose desesperado porque el hombre perfecto enfrente suyo lo cargase.

── Cucú, ¿extrañaste a papá? ──Nicho le habló con un tono cargado de cariño finalmente agarrándolo.

Harua soltó una risotada y luego se acurrucó contra el fuerte cuerpo, aspirando el olor embriagador del primer alfa que había conocido en su vida.

Nicholas notó lo receptivo que estaba su hijito, y no dudó en llenarlo de feromonas cargadas de amor paternal.

── Oww, qué adorables. Me hacen recordar cuando Yuma era un bebé ──murmuró el mayor.

── Pero si yo he visto a Yuma aún hacerte eso, a pesar de que ya tiene seis años ──se burló Nicho, sosteniendo con un brazo al cachorro, y con su otra mano acariciaba su espaldita.

── Tienes razón ──se burló de sí mismo.── ¿Cómo está Euijoo? ──

── Sigue dormido. Al parecer uno de los efectos secundarios del medicamento es la somnolencia ──

── Bien, entonces no molestaré. Mañana vendremos a verle. Si necesitan algo, llama ──

── Entendido, capitán ──su amigo se rió y le guiñó un ojo antes de lanzarle un besito al bebé, para luego ir hacia su auto aparcado justo frente a la inmensa y bonita casa que poseían los Wang.

Cunado la puerta estuvo cerrada Nicholas emprendió camino hacia la habitación que compartía con el amor de su vida.

── Cucú ahora tendremos que cuidar a mami, porque una cosa fea lastimó su piernita ──le explicó a su hijito.

Rua dejó de babear el hombro de su papi y lo miró confundido.

── ¿Osa tea? ──preguntó provocando que una risita burlona se acapara de los labios del taiwanes.── Papá ──lo regañó divertido.

── Así es bebé. Una cosa fea lastimó a tu mami. Pero papá lo llevó con el doctor y lo curaron pero debemos cuidar de él ──le besó la frentensita a su ángel.── ¿Me ayudarás a cuidarlo? ──

── Tí ──afirmó el cachorro antes de suspirar a gusto cuando finalmente entraron a la habitación y sintió el olor del hermoso omega que lo había tenido en su pancita durante meses.

Nicho dejó el bolso de Harua sobre uno de los puf. Y sentó con cuidado al cachorro de un añito en la cama. Este lo primero que hizo fue señalar la venda en el muslo de su mami y su papá asintió. Luego el bebé se acercó a dejar un tierno besito en la carita del coreano, logrando casi matar de un subidón de azúcar a su progenitor.

── Traeré algo para que juegues, pero no lo despiertes, necesita descansar, cachorro, ¿está bien? ──Rua asintió, quedándose tranquilito; esperando a que su papá trajera las cosas, mientras él miraba a su mami dormir. Era hermoso.

Finalmente Nicholas le trajo un par de peluches y la tablet para que pudiese ver -a volumen bajo- alguno de los animados que solían gustarle.

El bebé le pidió ver "osora juete" y su papá aguantando las ganas de reírse y de comérselo a besitos le puso el dichoso episodio de "La doctora juguetes".

Luego se fue para terminar de preparar la cena.

[⺌하루아！ ヾ]

Unas horas después Euijoo abrió los ojitos y lo primero que vio fue a su cachorro sentadito, murmurando una cancioncita de algunos animados, antes de voltear a verlo y sonreír con sus adorables cuatro dientesitos.

── Mamá ──chilló.── Mamá ──sin más en el arrebato de felicidad soltó la tablet y gateó hasta su mami para acurrucarse como una bolita donde él.

Euijoo se carcajeó sosteniéndolo, para darle besitos en los cachetes. Harua nuevamente se deshizo en amor. Recibiendo gustoso las feromonas de su mami también, ahora olería justo como a él le gustaba -la combinación de sus papis-.

── Te extrañé, mi vida ──Euijoo dijo con felicidad y luego siguió repartiendo besitos en su hijo.

Harua se carcajeó feliz y se desparramó en el colchón, volviéndose un lío de felicidad cuando su mami le hizo cosquillitas.

Él era el cachorro más feliz de la faz de la tierra, gracias a esa atención tan especial que le daban sus papás.

Pronto el alfa de la casa entró a la habitación, viendo la escena del omeguita saciado, y su esposo con un brillo bonito en sus preciosos ojos.

Cualquiera pensaría que unas horas atrás Ej no había pasado por una de sus experiencias más feas, por la forma en la que estaba sonriendo mientras miraba a la bolita de nieve y cabellos negros.

Yixiang sintió que se enamoraba nuevamente de él por vez incontable. Él no sabía qué tenía que lo volvía tan loco y dependiente. Pero en esa cama estaba su vida entera.

Euijoo y Harua.

── Escuché a nuestro gordito carcajearse demasiado feliz, así que supuse que ya habías despertado ──avanzó y con cuidado se subió a la cama, para acariciar la mejilla del castañito que fregó su carita contra la palma de su mano.── ¿Cómo te sientes, mi amor? ──

── Mejor, alfa ──sostuvo el brazo del taiwanes y lo acercó un poquito para que pudiese besarlo.

Dejando un par de piquitos amorosos sobre los belfos del hombre de su vida.

Suspiró enamorado cuando este le sonrió sobre los labios, y le acarició el cabello.

── Hice la cena ──

── No tengo hambre, alfa ──dijo con voz ñoñita.

── Pero debes comer, aunque sea un poco, amor ──replicó su tono.

Luego ambos miraron al dueño de aquel ronroneo bajito. Harua se había quedado dormido por lo a gusto que se sentía tan cerca de ellos.

Ambos se rieron con ternura.

Nicholas lo arropó, y creó una fortaleza de almohadas a su alrededor; antes de levantar a su omega al estilo nupcial para llevarlo a comer.

Aunque esa cena fue más de besos que de comida real.

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ellos son la familia más bonita que puede existir 🥺