Harua On Board [Nicholas x Ej] Nichojoo

Treinta y cinco

Dieron las 6:30 AM y entonces la alarma de Nicholas sonó en la habitación. Su omega dormía abrazado a él como si no quisiera que se fuera, así que lo acomodó en el colchón con cuidado y apagó esta.

Se sentó en la cama tomando unos segundos antes de ponerse en marcha. Aún así la vocecita ronca de su esposo lo sacó de su especie de trance.

── ¿Alfa? ¿Te irás a la empresa? ──preguntó adormilado mientras tallaba sus ojitos.

El mayor asintió antes de voltear a verlo.

── Necesito que sobre la 1:00 pm vayas, amor. He reservado en el salón de Sunoo, ya es hora de tener un cambio de look y nos vendrá bien para el evento de mañana ──le comentó tocando el puente de su nariz.

Tenía un poquito de dolor de cabeza. Euijoo asintió con el edredón hasta el cuello y luego se estiró un poco antes de pararse.

── Puedes tomar una ducha. Yo prepararé tu desayuno ──le informó a su alfa antes de salirse de la cama.

── Amor sigue durmiendo, yo puedo hacerlo ──Nicho caminó hacia él.

── No, alfa... Ayer... Te hice pasar por un mal momento... Es lo menos que puedo hacer ──murmuró avergonzado.

── Hey ──Nicho lo agarró de las mejillas.── Tú no fuiste quien me hizo sentir así. Existe una diferencia muy grande entre Eunrae y tú, Euijoo, así que deja de pensar eso. De todas formas anoche quedamos en que olvidaríamos eso, ¿no es así? ──

El omega suspiró y se acercó a abrazarlo. Dejando su carita enterrada en su cuello.

── Es que, alfa... Te noto tenso ──

── Es sólo estrés acumulado, amor. Fuera de lo que sucedió ayer, esta semana ha sido dura en la empresa, demasiados contratos y asociaciones pendientes. Realmente casi no he tenido ni tiempo de tomarme un café... Así que deja de preocuparte, esto no tiene que ver contigo, amor ──

Le explicó mientras le acariciaba el cabello, luego dejó un besito de piquito sobre sus labios.

── Te amo ──

── Yo también, Ejoo ──

Un último besito y el alfa fue a buscar uno de sus tantos trajes caros, para luego meterse a la ducha.

Euijoo por su lado ignoró que su esposo le había dicho que volviese a la cama. Él fue a la cocina y le preparó un buen desayuno y lo dejó servido sobre la encimera, para poder ir a la habitación del cachorro a ver cómo estaba.

Entró y sonrió al sentir un balbuceo del bebé. Harua estaba medio dormido pero apenas sintió el sonido de la puerta siendo abierta se sentó en su cunita apoyándose encima de su peluche de tiburón.

── ¿M-Mamá? ──preguntó el pequeño bebé olisqueando para sentir el aroma a piña.

Se veía tan tierno con su pijamita de Winnie Pooh.

Ej casi muere de amor. Se acercó a tomar a su pequeñito ángel de once meses y le besó la frentesita. Haruita ronroneó y buscó con algo de pereza el pecho de su mami, aferrándose a su camisa de dormir.

El mayor sonrió y desabrochó los primeros botones para dejar que el cachorrito succionara uno de sus pezones y tomara su preciada leche, soltando soniditos de bebé feliz, mientras miraba a su mami con esos ojitos lindos que tenía.

Aunque entre esas miradas de amor que compartían, el bebé se carcajeó aún pegado al pecho de su mami, porque su papá apareció detrás de ellos y le hizo una carita graciosa.