Cincuenta y cinco

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Euijoo estaba acostado en la cama, revisando las redes sociales en su teléfono, ya que Harua estaba en la casa de su alfita porque faltaba muy poco para el celo de Nicholas y querían ser precavidos.

Más que nada porque no sabía cómo se comportaría el alfa, ahora que estaba nuevamente embarazado.

Aunque por ahora todo estaba bien. El mayor aún no había mostrado ningún síntoma.

Y hablando de él, este no tardó en aparecerse en la habitación, abriendo las piernas del omega para acomodarse entre estas, y dejar un cariñoso besito en su muslo interno, acariciando con la punta de su nariz la piel suave, cuando la mano derecha de su omega le dejó caricias en el pelo.

Nicho levantó la vista pero Euijoo seguía en su teléfono, así que una idea maliciosa atravesó su mente, y agarró el muslo del omega como si intentase hacerle una llave y se acercó a succionar la piel de la zona donde antes había dejado el besito.

Succionó con tanta fuerza que Ej movió la pierna involuntariamente, y soltó su teléfono para mirarlo.

── Yixiang ──lo regañó agarrando el mentón del alfa para alejar la boca de su piel, y luego vio la gran mancha roja.

Esa marca definitivamente estaría acompañándolo por días.

── ¿Por qué eres tan malo? ──le preguntó con un puchero, alejando al hombre de sus piernas.

Este se echó a reír, y vio al omega ponerse de pie, no sin antes darle un manotazo en el pecho.

Si había algo que Euijoo detestaba un poco eran los chupetones porque luego cambiaban de color en el transcurso de la semana y le tomaban una apariencia de golpe.

Dejó al alfa en el cuarto y fue rumbo a la cocina para rebuscar en la nevera el molde de hielo. Cuando lo encontró de ahí sacó un cubito y luego de tomar asiento en la isla de la cocina empezó a pasar este por la piel maltratada.

Fue cuestión de un minuto para que el pelinegro apareciera allí lloriqueando.

── Euijoo~, me duele la cabeza ──se quejó tomando asiento frente a su bonito pelirrojo, mientras masajeaba su cuero cabelludo.

── Puedes tomar una pastilla aquí tenemos muchas para aliviarlo ──

── Pero no me gusta~ ──

El menor suspiró.

── ¿Qué tal la pomada mentolada? ──

── No quiero ──

── Nicholas, ¿qué quieres que haga, entonces? ──le preguntó un poco confundido.

Aunque luego su ceño fruncido se desvaneció al recordar que sólo se trataba del celo de su esposo.

Así que tomó el cubo de hielo casi derretido que tenía en la mano y lo pasó por las sienes del mayor. Este suspiró relajado.

── Está bien, alfa, ve al cuarto y acuéstate. Voy a preparar algo para hacerte sentir mejor ──indicó y el mayor negó.

── No. Yo te espero ──

Juju se echó a reír y negó para ir a buscar un bowl el cual llenó con agua, luego le puso hielitos y sumergió una toallita dentro. Todo eso con Nicholas pegado a él como si fuese uno de esos pececitos que siempre iban pegados a los tiburones.

Una vez estuvieron en la habitación Euijoo tomó asiento, recostándose en el espaldar, y Yixiang se acostó dejando su cabeza en el regazo de su omega.

Juju exprimió la toalla y luego de echar las hebras negras del alfa hacia atrás, colocó la tela húmeda y fría sobre la frente del mayor. No sólo ayudaría con el dolor de cabeza, sino también con la fiebre que parecía levemente tener.

Harua On Board [Nicholas x Ej] NichojooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora