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Capitulo 9

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Capitulo 9

Bea pov
Me desperté con la suave caricia de la brisa matutina acariciando mi rostro. Al dirigirme a la cocina en busca de café, me encontré con Max, quien ya se preparaba para marcharse. Había una extraña tensión en el aire, como si la inminente ausencia de Max dejara un vacío palpable en la casa.

—Buenos días —saludé, intentando ocultar la melancolía que amenazaba con asomarse.

Max me miró con una sonrisa suave, pero sus ojos revelaban emociones difíciles de descifrar. Nos despedimos brevemente, y mientras le deseaba sinceramente que disfrutara su día con Kelly, en lo más profundo de mi ser, la idea de estar sin él me llenaba de inquietud.

La jornada en la playa y el almuerzo fuera de casa transcurrieron con un aire de diversión contagiosa. Lando, Charles y los niños disfrutaron del sol y la arena mientras yo intentaba sumergirme en la camaradería del grupo. Aunque la risa y la alegría estaban presentes, un eco persistente de la ausencia de Max resonaba en mi mente.

Con la llegada de la tarde y el regreso a casa, decidí compartir la noticia que había estado esperando con ansias: Joe y Logan estaban a punto de llegar. La mención de sus nombres trajo consigo una ráfaga de emoción, y el brillo de anticipación iluminó mis ojos.

—Joe y Logan aterrizaron. —Anuncié con entusiasmo—. Sophie, ¿podríamos preparar algo especial para la cena?

Sophie, siempre organizada, asintió con una sonrisa.

—Claro, Olivia. La cena estará lista cuando lleguen.

Mientras Victoria y Tom se retiraban para arreglarse y a los niños, Lando y Charles también expresaron su intención de hacerlo. En mi habitación, me encontré inmersa en un torbellino de emociones. Antes de arreglarme, decidí enviarle un mensaje a Max, una pequeña y valiente pregunta que flotaba en el aire virtual.

"¿Cenarás con nosotros o lo harás con Kelly?".

La respuesta llegó rápidamente, pero la mezcla de alivio y desilusión fue palpable. Max cenaría con Kelly, y aunque intenté restarle importancia, no pude evitar que una sombra de tristeza se asomara en mis ojos.

Antes de la cena, me sumergí en la tarea de arreglarme y asearme. Cada detalle cuidadosamente elegido, cada gesto de belleza buscaba generar una impresión duradera en mis invitados. La ansiedad y la emoción me acompañaron mientras me preparaba para la velada que prometía ser un encuentro memorable.

Al despertar al día siguiente, reflexione sobre la cena de la noche anterior. El vestido negro que elegí resultó ser la elección perfecta, ajustándose a mi figura de manera impecable, y los tacones resaltaron mi elegancia. Al abrir la puerta para recibir a Joe y Logan, noté cómo ambos quedaban boquiabiertos, y Joe, con una sonrisa orgullosa, me presentó a Logan. La impresión que causaron en la familia y amigos de Max fue innegable.

Cláusulas y Condiciones || Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora