Young Love | Yeonjun

CAPITULO 10: llaves

Yeonjun

—¿Dónde las dejé? —me preguntaba a mi mismo en voz baja. Revisé cada rincón de la sala pero no las encontré.

—¿Qué buscas? — preguntó Hyori apenas bajó.

—Mis llaves. Anoche creí haberlas dejado colgadas en la pared pero no están — rasqué un poco mi cabeza.

—¿Y ya las buscaste en tu dormitorio?

—Obvio.

—¿Y en la sala?

—Cada esquina y lugar pequeño.

—Hmm... ¿qué hay del refri?

La miré incrédulo.

—¿Qué dijiste?

Hyori colocó una rebanada de pan tostado en su boca. Después de medio masticar un trozo de este, hablo.

—Suelo dejar el control remoto en el refrigerador cuando vengo a buscar comida — se sentó en una silla. — A lo mejor y ahí está.

Con incredulidad abrí el refrigerador y en efecto, ahí estaban las llaves de la camioneta de la señora Yang. La de cabello negro sólo sonrió triunfante.

—Creo que tenías razón — murmuré.

—Siempre la tengo. — cerró sus ojos al sonreír. — Creo que ya es algo tarde y aún queda mucho por hacer — se puso de pie. — Iré a despertar a los torbellinos para que los metas a bañar. Ya regreso.

Ser niñera consiste también en cambiar tu lugar de descanso, en mi caso tuve que mudarme a la habitación de huéspedes de la casa de la familia Yang. Es algo temporal, pero cabe destacar que me ahorra mucho tiempo de traslado.

Está establecido que los fines de semana debo pasarlo con los chicos y, entre semana, debo llevarlos a sus respectivas escuelas y apresurarme para recogerlos a la hora de salida para volver a reunirnos al anochecer. Platiqué con la señora Yang respecto a las actividades que suelo hacer después de clases y me brindó la oportunidad de terminar mis actividades como suelo hacerlo y después pasar por los más pequeños. Dijo que no me preocupara por los mayores, que ellos saben volver a casa solos. Sin embargo, aún tengo la espinita respecto a lo qué pasó con Hyori el día de ayer. ¿Dónde estaba y porque fingió que era su mamá la que llamaba por teléfono?

—Los torbellinos están en la tina.

—Voy.

En unos días tenemos un partido muy importante así que durante esta semana tendré que ir por los chicos un poco más tarde de lo usual. Ya hablé en la guardería para avisarles la hora en la que iría por ellos y dijeron que todo estaba bien. Ahora solo me queda decírselo a Hyori pues, no me gustaría que estuviera llegando tan tarde a casa aprovechando mi ausencia.

—¿No se les olvida nada? — pregunté apenas todos se subieron a la camioneta.

—Todo listo. — dijeron los cuatro al unísono.

Primero dejamos a los más pequeños. Me bajé con ellos y le entregué las mochilas a sus maestras. Hablé de nuevo con la directora respecto a la hora de pasar por ellos y sonriente dijo que no me preocupara por ello.

Después conduje la camioneta hasta la preparatoria.

—Recuerda dejarnos antes — Hyori señaló una calle alterna.