Al día siguiente byuni y Jungkook entraban al restaurante Delicatesen.
- ¡Byuni!
- ¡Chimi! – el abrazo que se dieron duro más tiempo que otros
- Pequeño cuanto te he extrañado
- Yo a ti Chimin.
- Quieres almuerzo o desayuno? – hablaba mientras se dirigía con el niño en brazos a una mesa que tenía apartada todos los días para byuni y su padre.
- Desayuno.
- ¿Qué quieres bebé? – el niño puso sus deditos en su barbilla y con un dedo golpeaba su mejilla.
- Unas crepas con cajeta y fresas
- ¿Y de tomar?
- Malteada de vainilla…
- ¿Beomgyu no se te hace que ya es mucha azúcar? – habló Jungkook.
- Tu papá tiene razón corazón sería mucho dulce, que te parece si te traigo un licuado de plátano, yo mismo te lo preparo.
- ¡SÍ!
- ¡Usted señor Jeon? – cuando le llamó por su nombre Jungkook supo que perdió el terreno qué había avanzado con Jimin.
- Solo café con un pan tostado por favor.
- ¿Americano?
- Si por favor.
- Enseguida les traigo la orden. – Jimin se fue hacia la cocina.
- El señor chimi está enojado, papá.
- No te preocupes no es contigo mi amor.
- Claro que no es conmigo a mi me abrazó y cargó y te pierdes de sus abrazos calientitos y su rico olor a flores, a mi si me quiere.
- Ah vaya… pues gracias
- ¡Gatito! ¡Gatito por favor! – Jungkook vio entrar al novio de Jimin detrás del uno de los cocineros del restaurante
- Ya para con eso Taehyung.
- ¿Pero porque no te quieres casar conmigo, gatito?
- Porque te estoy conociendo aún Kim Taehyung… - entonces el entendimiento llegó de golpe a Jungkook. El día de la pista de patinaje Jimin no estaba solo en la pista, estaba con ese cocinero… entonces ese chico hablaba de el cocinero no de Jimin… no era el novio de Jimin.
- Mierda… - susurró para que su hijo no lo oyera, la había vagando en grande con Jimin. El cual ahora venía saliendo de la cocina con una charola con sus órdenes.
- ¡Jimin! – gritó Taehyung.
- ¿Qué? – Jimin puso sus ojos en blanco y su voz era de fastidio.
- Dile a Yoongi qué se case conmigo.
- Dile que esta loco Jimin, es muy pronto.
-Sí. – Jimin se limito un simple “sí” sin emoción.
- ¿Si que?
- No sé solo quiero que me dejen de molestar. – en ese momento llegó a la mesa de Jungkook.
- ¡Oye! – gritaron Tae y Yoongi al mismo tiempo. Al llegar a la mesa de Beomgyu le cambio el semblante, su sonrisa se hizo notar.
- Aquí esta su orden, crepas con cajeta y fresas y un licuado hecho con mucho amor para mi precioso byuni, y un americano y tostadas con mantequilla para el señor Jeon.
- ¿No comerás con nosotros Jimin? – la voz de Jungkook había cambiado drásticamente.
- Lo siento señor Jeon, tengo que ayudarle a mis padres, buen provecho corazón. – acaricio las mejillas del niño y se encaminó a la cocina.
Jungkook lo paso mal en ese momento comió ese pan con mantequilla con pesadez. Fue algo triste para él ese momento.
...
Mas tarde cuando Jimin salía a descansar encontró a Jungkook sentado afuera del restaurante en una banca.
- Hola Jimin…
- Señor Jeon ¿Y Byuni? - giró su cabeza buscando al pequeño.
- Está en casa con mi madre.
- Ésta bien… ¿Qué necesita?
- Quiero pedirte disculpas Jimin.
- ¿A mi?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Jimin se que no lo entenderás pero estaba confundido y empecé a alejarme por mi seguridad y la de mi hijo, aun quiero hacerlo.
- No entiendo. – Jungkook detuvo a Jimin y lo dirigió a un callejón solitario para hablar con más calma.
- Jimin has hecho sonreír a mi hijo tanto estos días, desde que su madre murió el no había hablado ni sonreído tanto como contigo…
- ¿Y tu? – Jimin se acercó tanto a Jungkook que éste por fin pudo comprobar lo que su hijo le decía. Jimin olía a flores.
- ¿Yo?... Jimin yo – conforme se acercaban sus voces se hacían más bajas y sus respiraciones se mezclaban hasta que no resistieron más las ganas y unieron sus labios en un beso suave y lento. – tengo miedo Jimin.
- Porque Jungkook…
- Tu te iras Jimin. Me dejaras.
- No puedo detener el tiempo Jungkook. – se abrazaron fuertemente
- Se que no bebé, y no te lo estoy pidiendo. – Jungkook lo sostenía en sus brazos como si fuera lo más preciado para él.
- Se que hago mal en darle tanto amor a byuni porque después sufrirá mi partida, incluso mi corazón se romperá cuando me vaya, pero no puedo evitarlo, amé a ese pequeño desde que lo vi por primera vez.
- Gracias por amarlo, amor, le haz dado tanta alegría que solo por eso tienes mi veneración Park Jimin.
- También tu haz logrado robar mi corazón.
- Y el mío, sin saber como, lo tienes en tus manos Jimin. – sus labios nuevamente se vieron unidos, nuevamente de manera lenta pero pasional. Minutos después se separaron por la falta de aire y unieron sus frentes con sus manos entrelazadas.
- Te invito esta noche a cenar con nosotros a nuestra casa… - propuso Jungkook
- Acepto
- Ésta noche yo cocinare para ti
- Me gustaría probar lo que haces Jungkook – soltó Jimin en tono coqueto.
- Jimin no digas esas cosas en ese tono.
- ¿Cual? – se hizo el inocente.
- Olvídalo, pasare por ti a casa de tus padres a las 8
- Te estaré esperando.
- Muy bien.
- ¿Llevo algo?
- Solo tu hermosa presencia.
- Le haré un pastel a byuni.
- Que no sea de chocolate porque tiene que dormir temprano.
- Vainilla será.
- Perfecto amor. – confirmó Jungkook.
Se dieron un beso más y se despidieron con la emoción de que se volverían a reencontrar esa noche.
Jimin se sintió flotar todo el resto de la tarde. Ni los alegatos de Tae con Yoongi lo lograron poner de mal humor.
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Una Blanca Navidad Junto A Tí
RomanceNo siempre cuando tienes todo, lo tienes en realidad, y algunas veces cuando sientes que todo va mal realmente no es que vaya mal simplemente a tu vida le falta una luz para iluminar tu día a día... Una despedida se convierte en un encuentro y en el...