Esa noche Jungkook pasaba por Jimin mientras los padres de Jungkook terminaron de arreglar a byuni, el cual estaba muy emocionado por ver a Jimin nuevamente y tenerlo en su casa.
Cuando llegaron los señores Jeon saludaron felices a Jimin. Lo hicieron sentirse muy cómodo, mientras cenaba byuni no quiso despegarse de él, se la estaba pasando de maravilla.
Hablaron sobre el trabajo de Jimin en Nueva York y sobre la venta del restaurante de sus padres.
- Si les soy honesto me duele que todo esto esté pasando yo crecí en ese lugar, cada día era más memorable que el anterior y sus navidades eran maravillosas, amé cada una de ellas.
- ¿Por qué no tomas tú las riendas Jimin? – preguntó el señor Jeon.
- Papá… - Jungkook intervino pero Jimin le apretó la mano.
- Ésta bien Jungkook. Mi empleo en este momento es muy importante para mi señor Jeon y me ha costado años llegar ahí no puedo simplemente dejarlo todo, me duele la decisión de mis padres pero también los entiendo. Están cansados y quieres disfrutar de los frutos de sus años de trabajo.
- Esperemos que la persona que lo compre sea de buen corazón así como tus padres Jimin y siga con las tradiciones que tus padres fundaron.
- Espero que si porque eso es lo que le da vida y éxito a ese lugar sin eso ese restaurante solo quebrara.
- Exacto. – corroboro sus palabras el señor Jeon y siguieron comiendo y hablando de cualquier cosa hasta que llego la hora de dormir de Beomgyu y este pidió que lo acompañará y le contara un cuento infantil corto y Jimin emocionado contó un cuento tras otro hasta llegar a 7 cuando el pequeño por fin cayó rendido.
- Se durmió. – Jimin entró a la sala donde estaba Jungkook ojeando unos papeles pero estaba solo.
- Perdón Jimin. – Jungkook estaba apenado por la cantidad de cuentos que byuni le había hecho leer, pero Jimin solo sonrió por eso.
- No te preocupes, me gustó, ¿Y tus padres?
- Se fueron, ya está empezando a ponerse más frío y la nieve empieza a caer.
- Supongo que me tengo que ir también.
- No puedo dejarte ir solo, Jimin. – Jungkook se levantó del asiento y tomó sus manos. – sé que esto es apresurado y tal vez me haga sonar como un maldito infeliz y si quieres decirlo adelante no te detendré, pero Jimin, ¿quieres pasar la noche aquí conmigo? – Jimin guardo silencio y Jungkook se asustó por su silencio. – fui un idiota perdón Jimin te iré a dejar a tu casa no te preocupes… - su palabrería fue detenida debido a los suaves labios de Jimin dándole un casto beso.
- Si quiero.
- Gracias, solo tendremos que ser cuidadosos y silenciosos.
- Lo entiendo y lo seré – empezaron a besarse.
Empezaron a besarse y Jimin sintió las manos de Jeon meterse bajo su suéter, estas eran cálidas y suaves, pero a la vez firmes y seguras en su toque. Rodeó su cintura con los brazos y lo levantó a su altura a lo que Jimin reaccionó enredando sus piernas en la cadera del contrario. Jeon los empezó a dirigir hacia su alcoba la cual casi nunca usaba pues algunas veces dormía con su hijo, con una mano tomó el picaporte y abrió la puerta, dejo a Jimin recostado en la cama y se fue a poner el seguro a la puerta, así si su hijo despertaba no vería nada indebido tocaría antes.
Siguieron besándose con más pasión que antes y a pesar del frío de la noche empezaron a sudar, sus abrigos fueron retirados lentamente de su cuerpo así como el resto de la ropa. Jimin ya había tenido relaciones antes, en Nueva York eran muy abiertos en ese tema, pero para Jungkook sería la primera vez que estaría con un hombre, sus experiencias en el pasado solo fueron besos y caricias nunca llegaban a su final, pero ahora tenía a ese hermoso rubio que en pocos días le había robado el pensamiento y poco a poco le robaba también el corazón.
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Una Blanca Navidad Junto A Tí
Storie d'amoreNo siempre cuando tienes todo, lo tienes en realidad, y algunas veces cuando sientes que todo va mal realmente no es que vaya mal simplemente a tu vida le falta una luz para iluminar tu día a día... Una despedida se convierte en un encuentro y en el...