Hace mucho tiempo existió un príncipe que fue maldecido por su egoísmo. Había crecido entre las más grandes riquezas y solo vivía para su propio beneficio. Era un hombre extremadamente varonil y apuesto. Pero por culpa del exceso de comodidad, y tal vez de su suerte misma, también fue dotado de un hosco y desagradable carácter. Su extrema belleza lo había subido en un pedestal que lo llevaba a denigrar a todo aquel que mantuviera un estatus mucho más bajo que el suyo. Estaba airado como un corazón vacío y carente de emociones.
Para él no existía más nada que no sea sí mismo. Portaba una actitud demandante y fuerte, y dicha severidad llevaba de la mano un cierto enigma que muchos comentaban a su alrededor. Era hijo único, y su padre le cedió el reinado justo cuando la mano de la muerte tocó su lecho.
Desde entonces la prosperidad de sus tierras decaían. Pero éste se había negado a tomar en cuenta la palabra de nadie.
Hubo una noche de invierno que a su castillo acudió una anciana pordiosera. Era una fea mujer que aclamaba un plato caliente y una cama en la cual dormir. No pedía dinero o algo más de valor, y en su estado, podría morir si la fría intemperie tocaba sus huesos. Ni siquiera los harapos que vestía podrían protegerla de la más débil brisa de la noche. Era una viajera que aseguraba partir del territorio en cuanto los primeros rayos del sol tocaran la cima de las montañas.
No fue escuchada por el dueño de tan grandes beneficios. De hecho, el joven principe que celebraba su ascendimiento a Rey, la expulsó con clara ofensa y sin tener en cuenta la vida de una anciana mendiga. Su presencia le parecía una gran falta de respeto, y mucho más si venía acompañada de tales argumentos. Le gritó horrores por la osadía de pedir migajas al heredero de la corona, e hizo que la tirasen al barro; Porque para él, quien era un sucio vejestorio merecía revolcarse en su miseria como los cerdos. No escuchó las palabras de la señora. No le dió la oportunidad de hablar. Solo le cerraron las puertas en la cara sin darle importancia a las lágrimas de una pobre mujer mayor.
Ante ese mal trato aquella anciana lo maldijo; Y lo que antes había sido una mujer llena de arrugas, se convirtió en una dama sofisticada que vestía con ropajes finos y delicados. Lo que antes era piel flácida y rugosa, de repente era tersa, firme, y suave; Con la pálida apariencia de la más blanca de las nieves.
Aquella hechicera respondía al nombre de Tsubaki; Y de entre sus ropas sacó un collar de cuentas negras con el que prepararía su conjuro bajo el encanto de la más pura de las perlas. La Shikon No Tama.
El día del coronamiento había llegado semanas después. Todo el pueblo estaba presente en tan maravillosa celebración. El joven y soltero principe al fin tomaba el lugar de su padre; Y si el futuro lo bendecía con un matrimonio fructífero, entonces procrearía hermosos herederos que seguirían la línea del apellido real. Muchos perdían las esperanzas de que aquello ocurriese; Su padre y antiguo Rey, murió antes de establecerle a una prometida decente. Para él ninguna plebeya era merecedora de sus lujos. De hecho, ninguna mujer era merecedora de él. Únicamente hallaba la satisfacción en el cuerpo voluptuoso de las cortesanas. Y solo cuando creyera necesario dar el paso hacia otra nueva generación, entonces, tomaría a cualquier muchacha virgen para inseminarla.
Sus planes se vieron afectados con la aparición de una belleza exótica que se plantaba en medio del salón de baile. Era la mujer más bella que hubiera visto jamás. Sus ojos eran oscuros, y sus labios tan rojos como los de una manzana dulce y jugosa. La quería para sí, y aquella oportunidad de yacer con la más dichosa de sus integrantes no estaba dispuesto a perderla. Sin duda esa joven era nueva en sus tierras, porque de haberla visto antes, no la hubiera dejado partir en lo absoluto.
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LA PROFECÍA
FanfictionCuenta la leyenda, que para la bestia no había una salvación. Ningún corazón puro lo amaría por quien era. Estaba condenado a permanecer solo hasta la muerte. .................................. Fecha de publicación: 27/12/2023