Capítulo 4

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Salía de la clase de español sorprendido de que estoy en pareja con Rachel. Simplemente, pienso que es un sueño. Pudo ser cualquiera, pero precisamente me tocó a mí. Soy uno de los afortunados. Los afortunados, aquellos que por azares del destino se juntan con los populares y los más deseados de la escuela. La descripción nos la pusimos a nosotros mismos, era algo que nos definía en estas situaciones y me está pasando ¡a mí!

—Al parecer no es un sueño, ¡es real! Calma, solo es un simple trabajo, de todos modos, nada va a pasar—me digo a mí mismo.

—¿No va a pasar qué? —aparece Rachel repentinamente, dándome un gran susto.

—Nada, nada—digo sonando un poco alterado.

—Está bien... y ¿Qué piensas hacer? —dice ella apoyándose en los casilleros.

—Hacer el trabajo y listo—respondo.

—Sabes Michael, tienes suerte el trabajo de la novela que tenemos que hacer, la he leído cientos de veces—me dice ella sonando algo entusiasmada.

—Ah, sí—digo nervioso.

Hubo un extraño momento de silencio, sin saber por qué.

—No eres de hablar mucho ¿cierto? —comenta ella.

—No mucho que digamos—digo tratando de decir algo más extenso.

—Seguro eres algo así como los demás dicen—dice algo que me llamó la atención.

—¿Y qué es lo que me dicen? —pregunto.

—Misterioso, raro, tímido...pero no mencionaron que eras lindo—.

Un momento, ¿Eso fue un cumplido?

—Wao, eh, gracias—agradeciendo tímidamente.

—Ojos verdes, es uno de mis colores favoritos—dice mientras se agacha un poco para ver mi rostro que está cubierto por mi capucha y por mi cabello un poco largo.

Estoy comenzando a deducir que me está coqueteando.

Pero el momento se destruye con una terrible voz odiosamente conocida interrumpe.

—Rachel, amor—dice Nathan, se dirige a ella dándole un pequeño beso en sus labios, poniéndome celoso con unas inmensas ganas de golpearlo, pero aprieto muy fuerte mi puño para controlar mi rabia.

—Estando con los perdedores—dice odiosamente sarcástico.

—No le digas así—le reclama Rachel.

—Uy lo siento—disculpándose.

—Michael y yo nos vamos a la biblioteca a hacer un trabajo ¿Vienes? —le pregunta, pero ojalá de que no venga.

—No amor, las bibliotecas me aburren—le contesta.

—Bueno, ya nos vamos, adiós—acercándose a él y dándole otro odioso beso.

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En el transcurso de las horas y los minutos en la biblioteca se hacían eternos para ella, se le nota, pero para mí eran las horas y los minutos más gloriosos de mi vida estar por un momento junto a ella. No cualquiera está en mi lugar en estos momentos. De a milagro uno que otro nerd se le acerca para ofrecerse a hacerle la tarea. Y lo mejor de todo, es que ella con una tierna sonrisa les dice un lindo "no gracias".

—No—digo entre dientes cuando de un momento a otro mi mano empieza a temblar.

—Michael ¿estás bien? —dice ella preocupada, poniéndome su mano sobre la mía.

Aunque solo sea que su mano este encima de la mía ese fue mi detonante.

Un error fatal...

Mi respiración se torna muy agitada y sin pensarlo, me abalanzo sobre ella agarrándole la cabeza para que sus labios se acerquen a los míos besándola desesperadamente.

Ella me da golpes en el pecho tratando de alejarme, pero simplemente no puedo. El beso es brusco, apasionado y desenfrenado con un toque de su lápiz labial de fresas que hace que el beso sea más exquisito.

Sencillamente no puedo detenerme y no quisiera. Es la mejor sensación que he tenido.

Sus esfuerzos para alejarse de mí, son inútiles; al parecer se está rindiendo, siento como sus brazos se agarran más a mi cuello dándole más profundidad al beso.

Nadie nos ve, estamos en un área que ni la bibliotecaria puede ver, si seguimos así algo más podría pasar. Pero se interrumpe cuando me da un fuerte empujón tirándome en el suelo, al parecer tomo conciencia de lo que hacía.

—Me tengo que ir—dice ella tomando sus cosas rápidamente, casi echando humo por la boca de lo furiosa que está, o al menos eso es lo que estoy notando de ella en este momento.

Se va así, sin más, dejándome tirado en el suelo, probablemente arrepentido.

Soy un idiota.


Obsesiva PerfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora