Era la clase de Historia más aburrida de todas, lo que lo hace aún más aburrida es la voz lenta del profesor. Aunque ni estoy prestando atención estoy dibujando algo, pero no es el mismo retrato de Rachel, es el dibujo de un árbol de cerezos que está en Japón. Es muy lindo por sus detalles un tanto delicados. El hecho por cual no la esté dibujando como siempre debe ser porque me siento cada vez más cerca de ella.
Ese beso en la mejilla, ese otro aquel beso en el cuello significó más que mi primer beso. Sí, ese fue mi primer beso. Alguien como yo, por supuesto que tendría su primer beso a la edad de 17.
—Michael—me llama susurrando mi compañero de a lado.
—Ten, te lo manda Rachel—me dice pasándome un papel.
—¿Gracias? —agradezco dudoso.
¿Rachel? debe ser una broma.
Levanto vista y me encuentro a Rachel sonriendo y luego voltearse.
Abro el papel y veo que adentro dice: "¿Quieres ir a una pequeña fiesta?"
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Estoy en frente de la casa de Rachel...perdón "mansión", casi como un hotel cinco estrellas. Se escucha la música muy alta. No me decido si entrar o salir huyendo, pero siempre soñé con el día en que ella me invitara a su mansión. Camino hacia la puerta para tocar el timbre, pero antes que lo apretara la puerta se abre.
—¡Michael!, no creí que vendrías—dice ella impresionada con mi presencia.
—Ni yo—digo entre dientes.
—No te quedes ahí parado, ven—me dice agarrando mi mano.
Al entrar veo una cantidad inmensa de gente, no sé si hay menos o más, solo observo que hay bastante gente. Me doy cuenta que Rachel ya no está conmigo, voy al sillón más cercano que hay. Tomo asiento en un sofá casi cerca de la entrada, pero desafortunadamente, veo a una pareja besuqueándose, creo que se están a punto de comer.
Pasando el rato sin hacer nada mirando a los lados me fijo en un grupo de unas 5 personas dirigiéndose a un despacho, me quedo viendo como ellos entran a escondidas y siento un brazo rodeando el mío, la he visto antes es una de las amigas de Rachel, Kim Piper. Entrando al despacho están ellos sentados en el suelo y sigo su misma acción sentándome junto a ellos.
—Se preguntarán por que los reuní aquí... ¡Kim! —dice ella llamando a su amiga.
—Como siempre en las fiestas de los viernes realizamos juegos tontos ¿verdad? Por lo tanto, hoy elegimos... a la botella—.
Por supuesto...
—Michael, nos haces los honores—me indica Kim para que gire la botella.
Acerco mi mano a la botella y la hago girar, al parar de girar señala a una pareja y estos se comienzan a reír y se acercan dándose un beso realmente asqueroso, miro hacia otro lado haciendo un gesto de desagrado. Al terminar otro hace girar la botella y señala a otra pareja y hacen la misma acción asquerosa, ¿Acaso no pueden dar un beso más delicado?
Otra persona gira la botella, pero esta vez me señala a mí y a otra persona...
¡¿Rachel?!
Ni siquiera me di cuenta que se sentó en frente mío. El grupo nos comienza hacer bulla y de repente mi mano comienza a temblar de los nervios.
—Vamos Michael solo serán 10 segundos, creo...—dice ella sentándose a lado mío.
—Qu...—.
Antes de que pudiera hablar, ya nos estábamos besando, esta vez siento que es más intenso que el anterior. Ella se pone de rodillas y pasa una de sus manos a mi cuello y el otro por mi cabeza. Siento mis latidos por mil; es intenso, delicado y desenfrenado.
—Rachel, ya pasaron más de 10 segundos—dice una de sus amigas entre risas.
Al separase ella da un ligero gemido, nos quedamos mirándonos y de repente ella pasa su lengua entre sus dientes y sus labios que me deja totalmente perplejo.
Aunque este beso me dejo con ganas de más...
—¿Dónde está el baño? —pregunto casi sin poder preguntar por mi aliento agitado.
—Está saliendo del despacho a la derecha hasta el fondo—responde ella algo exhausta después de que el beso nos dejará casi sin respiración.
Me levanto rápidamente saliendo del lugar, completamente avergonzado.
No sé qué hacer, si salir corriendo o enfrentarme a lo que viene después.
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Obsesiva Perfección
RandomMichael Reid es un chico de 17 años. Tímido, raro, antisocial y misterioso; es así como lo describen sus compañeros de clase. Él esta perdidamente enamorado de Rachel Mist, una porrista de 16 años. Amable, sociable, atractiva y la más popular del in...