Capítulo 9

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—Entonces hijo, ¿Qué has hecho esta semana en la escuela? —pregunta mi madre dándole una mordida a la carne que había preparado.

—Nada—.

—¿Resolviste el problema con tu "amiga"? —.

Por un momento casi me atoro y comienzo a toser mientras me doy golpes en el pecho.

—¿Problema? ¿Qué problema? —.

—Bueno, supuse porque regresaste algo enojado—dice ella tomando un sorbo de la bebida.

—Sí, ya lo resolví—.

—¿Qué problema? ¿Qué "amiga"? Es Rachel, ¿verdad? —pregunta mi padre llegando a la mesa.

—¿Por qué dicen "amiga"? ¿Y cómo sabes que se llama Rachel? —pregunto.

—Eso pregúntale a tu madre—dice mi padre comenzando a comer.

—¿Mamá? —.

—Oh, miren la hora, tengo que hacer un informe, con permiso—dice mi mamá levantándose rápidamente de la mesa llevando los platos a la cocina.

—¿Papá? Espero que no huyas como mamá evadiendo mi pregunta—.

—Digamos que un día tu madre estaba algo preocupada—dice mi padre.

—¿Por qué? —.

—Cuando se estaba acostado en la cama, veía tu madre suspirando varias veces y le pregunte que pasaba—.

Un momento de silencio realmente incómodo nos invadió a ambos, mi padre y yo nos quedamos mirándonos por un minuto.

—Te vio lápiz labial marcado en tu cuello—.

Solo espero que no se haya imaginado otra cosa.

—Ah, por cierto. El padre de Rachel, mi jefe, nos invitó a su casa a cenar-.

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El Sr. Edward Mist, padre de Rachel, es un empresario importante, uno de los mejores del país. Meterse con alguien como él sería peligroso, y para rematar es el jefe de mi padre. Y su madre, Sr. Sara Mist, ella es policía, lo típico: combate al crimen, ayuda a las personas, arresta delincuentes.

Me estaba viendo al espejo para arreglarme la corbata. Ahora que lo veo, en verdad, tengo mucho cabello.

Intento peinarme de lado, pero vuelve a la misma posición en donde estaba.

—Michael, ya nos vamos—grita mi padre desde la sala.

Me dirijo a la sala para encontrarme con mis padres, —Ok Michael, acuérdate que son personas muy importantes y debemos quedar bien ante ellos—dice mi madre poniéndose perfume.

—Y lo más probable es que me asciendan a gerente y habrá mejor salario—exclama mi padre entusiasmado.

—Sí que bien—digo sarcásticamente.

Lo único que me preocupa es como verme frente a los padres de Rachel.

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Mi madre, mi padre y yo suspiramos hondo, antes de que mi padre tocara el timbre de la casa, perdón, la mansión; íbamos a cenar con gente peligrosa, digo importante.

Mi padre se digna en tocar y mi madre comienza entrar en pánico.

—Ay, John porque no esperaste un momento, creo que no me he arreglado bien—dice mi madre alterada mientras se acomoda un poco el vestido.

—Por Dios, Cassy, te ves fantástica—exclama mi padre señalándola de arriba a abajo con su mano.

—Pero John...—dice mi madre deteniéndose al escuchar la puerta abrirse.

—Ustedes deben ser la familia Reid, ¿No es así? —pregunta el mayordomo y nosotros acertamos con la cabeza.

—Bienvenidos—dice el mayordomo señalando la sala que en frente está la familia de Rachel.

—¡John! —exclama el Sr. Edward,

—¡Edward! —exclama también mi padre, dándose ambos un abrazo y palmadas.

—Edward te presento a mi familia: Cassidy, mi esposa y Michael, mi hijo—presentándonos a la familia de Rachel.

—¿Michael? Así que tú eres el famoso Michael—dice Edward poniendo sus manos en la cintura.

—Mi hija y mi hijo nos ha hablado mucho de ti—dándome palmados en la espalda.

¿Su hija y su hijo?

—Por Dios donde están mis modales, mi familia: Sara, mi esposa; Jeremy, mi hijo y Rachel, mi hija. Aunque sé que tú y mi hija se conocen muy bien—.

No sabía que Rachel tenía un hermano, era un tanto pequeño, pero no menos de 10 años, estaba casi a la altura del hombro de Rachel.

—¿Por qué no vamos a cenar? Deben tener hambre—interrumpe la mamá de Rachel.

—Por supuesto—responde mi madre.

Todos se dirigen a la mesa, pero me quedo contemplando un poco más la sala de esta gran mansión, noto que Rachel se dirige hacia mí y se me acerca al oído.

—Te ves muy guapo Michael—susurra en un tono provocativo, poniéndome aún más nervioso de lo que estoy y luego se dirige al comedor.

Esta será una gran cena...

Obsesiva PerfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora