Capítulo 5

2.2K 136 1
                                    

Ha pasado un tiempo desde lo del beso, Rachel no me ha hablado toda esta semana se podría decir que está enojada. No, ¡está furiosa! Ella tenía novio y no respete eso, aunque por otro lado no estoy arrepentido, ese beso estuvo delicioso. ¿Quién de los afortunados no hubiera querido un glorioso beso de los populares?

¡Basta, debería estar arrepentido!

Me duele la cabeza de tanto pensar. Me levanto de mi cama revolviendo mi cabello y me dirijo a la cocina a tomar un vaso con agua.

—Michael, ven un momento—mi madre me llama en mi aso a la cocina.

—¿Qué sucede mamá? —digo mientras me dirijo a ella.

—Hijo, necesito que vayas al centro comercial y le compres unas ropas a tu prima que va a cumplir 5 años. Y de paso puedes comprarte lo que tú quieras—dice buscando entre sus cosas de la cartera.

Al salir mi mamá me acompaña a la puerta, —Michael ve con mucho, cuidado ¿sí? —me grita mi mamá.

—Claro mamá—digo saliendo de la casa.

~~~~~~~~~~~~§~~~~~~~~~~~~~

En el centro comercial, me encuentro perdido, no sé qué almacén ir primero; este o aquella o tal vez este. Esto de ir a centro comercial es un total desastre y más si eres un chico que no sabe nada de moda, maquillaje, ropa y todas esas cosas de chicas. ¿Por qué mi madre me envió a comprar ropa, si sabe que un hombre no sabe nada de eso? Bueno...eso creo.

Entonces, al girar la mirada me encuentro a la persona que menos quería ver, Rachel... ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? Este último no lo creo, pero claro a que chica no le encantaría ir a un centro comercial con sus amigas; y más si es un fin de semana; y por supuesto un sábado.

O tal vez...sea una oportunidad para pedirle disculpas de lo ocurrido y que todo se resuelva. Pero me preocupa su reacción, quizás no me perdone y llame a la policía o me dé una cachetada o llame a su novio para que me dé una golpiza.

Ya cansado de rodeos me decido pedirle disculpas, sin embargo, veo como se dirige al baño, creo que no tendré oportunidad de disculparme.

Cuando en ese momento veo que ella sale del baño de prisa, me decidido a pedirle perdón.

Me dirijo hacia donde ella esta mientras que esta de espalda, estiro mi mano para tocarle el hombro y llamar su atención.

—Rachel no te asustes solo quiero pedir disculpa—digo tembloroso y nervioso.

—Michael, que sorpresa encontrarte aquí—dice ella también temblorosa y nerviosa.

—Sí, pero el punto es que me vengo a disculpar de lo que pasó, lo siento—.

—Está bien, no hay problema eso ya quedo atrás y sé que no lo hiciste a propósito. Además, también te quiero pedir perdón, fue tonto no hablarte esta semana—dice ella penosa y revolviéndose el cabello.

—Entonces, ¿No hay rencores? —pregunto.

—No—dice ella acercándose a mí y dándome un beso en la mejilla.

Quede completamente paralizado, no entendí porque...quizás fue un signo de disculpa o algo más, dudo que sea algo más. Pero fue glorioso.

—¿Nos vemos el lunes? —pregunto ella.

—Claro—digo paralizado de lo que acaba de pasar.

Levanto mi mano para despedirme y luego ella me devuelve una sonrisa. Solamente me quedo parado, sin hacer nada pensando en ese simple beso en la mejilla. Definitivamente, soy más allá de los afortunados.


Obsesiva PerfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora