Parte 24 Alegría

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El sol se colaba por las ventanas, indicativo que ya era hora de levantarse. Jin se estiró lo suficiente para alcanzar su reloj y ver qué hora era. Las siete con treinta, tendrían tiempo de remolonear un rato, tenía pereza, la semana de trabajo había sido agotadora,  juntas, visitas de clientes y un nuevo proyecto en camino, la empresa constructora con la que ya trabajaban quería confiarles la gestión inmobiliaria una vez más, estaba orgulloso.

Se sentía esplendido, su vida había dado un vuelco, luego de haber pasado por tan malos momentos las cosas empezaban a ir bien y todo llegó de golpe la empresa, los contratos, los clientes y un novio. Un novio maravilloso que adoraba y lo adoraba. Todos notaban el cambio en su semblante, ya no reflejaba melancolía en su rostro, al contrario se le veía rozagante, había vuelto a ser el hombre preocupado de su aspecto y de su vestir. Nam se encargaba de subir su ego por las nubes cada vez que lo elogiaba con cuanta galantería se le ocurría, aunque desataba ataques de risa en Jin, se sentía en las nubes recibiendo los constantes halagos.

Movió las cobijas de la cama para pararse cuando sintió un brazo rodearle y devolverle  al colchón, el cuerpo de su novio se apegó fuertemente a su espalda.

- Mmmmmmhhhhh ¿dónde crees que vas?- le dijo Nam con voz ronca.

- A buscar el desayuno- puso su brazo sobre el de Nam

- Es sábado-

- Sí, pero hoy tenemos un compromiso-

- Podemos llegar tarde-

- No, no podemos-

-Cinco minutos, no, mejor diez, no, mejor quince- Nam comenzó a acariciarle el  cuello con su boca dándole pequeños besos, sabía que eso mataba  a Jin.

- Eres un pillo Nam, sabes lo que eso me provoca-

- Por eso lo hago-

Jin giró su cuerpo y abrazó a Nam con sus brazos y sus piernas. Sus bocas se juntaron y se desató en ellos la pasión que se encendía con apenas una pequeña chispa. Nam levantó la camiseta de Jin sacándosela, luego  lo volteó  sobre él  besando su pecho, tomó unos de sus pezones y lo lamió con delicadeza, haciendo que a Jin se le erizara la piel. Se sentía tan bien lo que estaba haciendo Nam, cada vez que su lengua rozaba su piel  se sentía en la gloria.  Sus erecciones pronto se comenzaron a sentir y Jin se restregaba contra Nam gimiendo con mas intensidad en la medida que se sentía mas excitado. Comenzó a bajar acariciando el torso de su novio  con su lengua hasta llegar a su bóxer, la única prenda que usaba cada vez que dormían juntos. Lentamente desnudó a Nam haciendo que este gimiera de ansiedad, luego chupó la punta de su pene erecto. Poco a poco introdujo el miembro en su boca dejándolo que entrara y saliera pausadamente, Nam tomó  la cabeza de Jin y le guió con el ritmo de sus embestidas. Estaban a punto de estallar cuando Namjoon tomó a Jin por las caderas y lo dejó de espaldas en la cama, se colocó rápidamente un condón  y se embadurnó la verga con lubricante, no podía esperar más, debía poseer a su chico, el apetito que tenía de él le hacía perder la cabeza. Jin abrió sus piernas invitándolo,  su mirada mostraba una pasión incontenible. Nam entró solo un poco en él, esperando a que su novio se acomodara a la excitación de su miembro.  Jin lo animó a seguir, estaba ansioso por recibir su penetración. Nam comenzó lentamente, pero pronto ambos aumentaron el ritmo fundiéndose en un solo cuerpo, se deseaban frenéticamente, y ese deseo aumentaba cada día más. Ambos estaban perdidos en esta locura de pasión, Jin comenzó a sentir como su orgasmo llegaba y sus gemidos se hicieron mas intensos cuando su cuerpo entero se vio invadido de una oleada de placer incontenible, apenas unos segundos y Nam lo siguió envolviéndose ambos en un abrazo maravilloso. jadeantes se besaron buscando unir mas sus cuerpos. Estaban completamente fundidos el uno con el  otro.

Casualidad o destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora