Inexorable ᝰ.ᐟ

09¹

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ˏˋ°•*⁀➷ Estamos tan enamorados, solos en el mundo, como un par de adolescentes; que se aman locamente .ೃ࿐

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Dos meses después

Era especial, todo era perfecto...

El amor, cariño, deseo, todo era magnífico. Me sentía realmente bien con cierto chico a mi lado, no había día que no saliéramos o quedáramos en vernos así sea en mi casa y pasar el resto del día en mi habitación, a mi madre no le molestaba; de echo, ella lo adoraba le agradecía siempre por "haber hecho que yo me recuperará". No había día que no se lo recordaba, incluso le gustaba cuando Tom se quedaba a cenar, le gustaba compartir con el y hacerle saber lo importante que se había vuelto en nuestra familia.

Toda la oscuridad quedo a un lado, todo el dolor, culpa, resentimiento.... todo quedó en el pasado, al menos sabía que sería así mientras el estuviese a mi lado, una vez más siento que si el llegará a irse yo....yo no sé qué sería de mí.

Pero entonces todo eso era perfecto unas semanas atrás, porque ahora, en este preciso momento, lo siento tan lejano a mí. Y me preguntó, ¿Hice algo mal?. Pero siempre tenía esa respuesta de, le he dado todo de mí...

Aunque su actitud me estaba haciendo sentir algo malo, como sí...como si algo malo fuese a pasar, a ocurrir. No lo sé, tenía esa sensación en mi pecho, incluso trataba de siempre escribirle, pero era de vez en cuando que me respondía...

Pero toda esa actitud comenzó, aquél día en la playa...

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< Sus manos yacían entrelazadas, mientras tenían sus piernas tendidas en la mojada arena, la cuál se pegaba a su piel pero en momentos era lavada por el agua, por el movimiento leve de las olas. Mojando la mitad de sus piernas.

Ambos observaban las estrellas en el cielo oscuro, mientras eran testigos del brillo que resplandecía la luna, y aquél camino que dejaba muy al fondo del mar...

Las estrellas eran reflejadas en el mar, mientras esté emitía unas leves olas, eran tan pacíficas, produciendo ese sonido que tan relajante para ambos; fue un día emotivo, habían ido de compras, y comido en uno de los restaurantes más famosos de Hamburgo, Bill seguía con aquélla intriga de cómo diablos Tom había obtenido tanto dinero como oara mantener casi una semana ambos, pagar sin falta cada día el hospedaje de la habitación. Y el como hizo oara pagar la cuenta de todo lo que comieron en aquél restaurante, sumando las compras que hicieron en las mejores tiendas de accesorios y ropas de toda la ciudad.

Ya se lo había preguntado a Tom, pero el siempre salía con que el dinero no importaba o incluso, que ese detalle no importaba, Bill sentía que el de rastas algo le ocultaba, podía verlo reflejado en sus ojos. Solo cuatro meses bastaron para conocerlo perfectamente, saber cuándo miente o cuando dice la verdad, el cómo se siente, si bien o mal. Para él pelinegro, Tom era alguien al cuál podría desifrar como se siente con tan solo observar su mirada. Y sin duda sentía y sabía que algo pasaba, su subconsciente siempre le gritaba que abriera los ojos, que se percatara de las cosas, pero el pelinegro solo obtava por hacer caso omiso a aquella voz en su cabeza...