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Estaba en el salón de belleza, reflexionaba sobre mi vida y mis sentimientos, aunque pensándolo bien, ¿Porque lo hacía si no iba a cambiar de opción?.

Me observe a mí mismo en el espejo, pero en lugar de ver a un hombre radiante y feliz, solo ví a alguien que está tratando de ocultar sus verdaderas emociones. ¡Una mierda!, esto era una mierda, toda mi vida, todo.

-Veo que está un poco callado hoy, joven -. Menciono la estilista que trabajaba con mi cabello en esos instantes -¿Está emocionado por la boda de mañana?-. Preguntó.

-Sí, claro-. Mentí, mientras la miraba a través del espejo -Es solo que. . .hay mucho en mi mente-. Murmuré, forzando una sonrisa.

-Entiendo. A veces, los preparativos para una boda pueden ser abrumadores. Pero recuerde, el día de la boda es para celebrar el amor y la felicidad-. Sí, celebrar cuando te casas con quien amas y no con alguien al cuál solo quieres como amigo.

-Sí, lo sé. Gracias por tus palabras-. Contesté, volviendo mi mirada hacía mis uñas, estás ya estaban pintadas y arregladas, de un color blanco con una franja en negro en medio. Espectaculares, aunque no me emocionaba para nada.

En ese momento, la puerta del salón se abre dejando ver a Georg, quien traía consigo algunas bolsasz serían las cosas que Nathalie le había pedido para terminar la decoración de en donde sería la ceremonia.

-¡Bill!-. Musitó somnoliento -joder, Te ves. . . distinto-. Halago. Y ¿Como no estarlo? Si me había cortado el cabello, me había deshacido de las rastas y ahora Lucia el cabello corto, algo irónico, ¿No?, siempre me preocupe por mantenerlo largo, y ahora todo ese esfuerzo se había ido a la mierda al igual que mi vida.

-Solo quería asegurarme de lucir bien para. . .la boda-. Respondí, volviendo a sentirme tan jodido.

-Billie, te conozco lo suficiente como para saber que hay algo más. ¿Puedo hablar contigo a solas?-. Me pregunto, la estilista se alejó de mí dejándome a solas con Georg, quien dejó las bolsas en el suelo y se acerco a mí de brazos cruzados.

-¿De qué querías. . . hablar?-. Pregunte mientras me removía en el asiento giratorio, mirándome al espejo, si fuese un día agradable estaría brincando de la emoción.

Pero era un día de mierda.

-sé que algo te está molestando. ¿Qué está pasando realmente?-. Preguntó, mientras movía un banco y se sentaba frente a mí.

-Es solo que. . .-. joder, me sentía incómodo, no quería hablar de esto, pero conocía a Georg y sabía que se quedaría de brazos cruzados -no estoy seguro de si esto es lo correcto. Andreas es un buen chico, pero no sé si quiera. . .casarme con él -. Confesé.

-¡Dios mío, Bill!-. Exclamó con sorpresa -¿Estás diciendo que no amas a Andreas?-. Me miró expectante.

-No se trata de eso-. Susurré -Lo aprecio, pero no estamos en el mismo lugar emocionalmente. Y tampoco estoy seguro de si quiero pasar el resto de mi vida así-. Comenté.

Él suspira -Entiendo-. Musita -Primero está tu felicidad, ¿Sí?, y si no quieres pues no lo hagas, además yo sé que es por Tom que actúas de esta manera -. Dijo -entiendo que aún lo amas, y contra eso no se puede pelear -. Desvíe mi mirada al móvil que yacía en la mésa -Pero, ¿qué piensas hacer al respecto?.

-no lo sé, Geo. No se que hacer.

-Te apoyaré en lo que decidas, Bill. Recuerda que tu felicidad es lo más importante-. La estilista se acercaba con tinte preparado, Georg se alejó de mí un poco para darle espacio a la chica -iré a por unas cosas que me faltan, regresaré a por ti en cuanto termines -. Asentí nuevamente.

Inexorable ᝰ.ᐟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora