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By Bill





No tenía fuerzas para nada, miraba un punto fijo en el techo, mis ojos abiertos y mi respiración entrecortada, quería llorar o tal vez solo gritar pero, recordaba que no estaba solo y que cierto chico dormía a mi lado. Sentí la humedad de una ligera lágrima que corría por mi mejilla hasta perderse en la almohada, respiraba profundamente tratando de controlar mis ganas de soltar un sollozo.

De nuevo, él reinaba en mis pensamientos.

Tom, ahora me pregunto. . .¿De que sirvió la terapia?, ¿De que sirvieron aquéllas cartas que escribí al rededor de un año entero?, ¿De que sirvió el juego?, eh. .  La única respuesta que le encuentro es, que me sirvió para entender de una vez por todas que jamás lograría olvidar, sacarte de mi corazón, borrarte de mi mente, porque nunca dejaría de amarte. Aquí estoy de nuevo, pensando en él mientras esas silenciosas lágrimas empapan mis mejillas, y se pierden entre la tela que oculta el suave algodón de relleno.

Sigo mirando el techo, sin saber que hacer. . .

Pienso en él tiempo perdido, pienso y me preguntó una vez más después de tanto tiempo, ¿Porque te fuiste?. Me tenías y me dejaste caer, tomaste mi corazón y tal vez sin darte cuenta lo rompiste, solo tal vez. . .joder, quisiera pensar que de verdad no sabías que me hiciste daño cuando simplemente te alejaste en tu coche y tan solo me dijiste: espero que algún día me perdones, pequeño.

—Esto es cruel—. Susurré, uno de mis pensamientos en voz alta, y sin darme cuenta, siento como un bulto a mi lado se mueve, cierro mis ojos y los aprieto fuertemente. . .

—Bill—. Esa voz ronca, esa que siempre escucho en las mañanas, esa que siempre ha estado conmigo, Andreas —¿Que haces despierto, amor?—. Preguntó, me apresuro a limpiar el caminillo que dejaron mis absurdas lágrimas, veo como parpadeó intentando acostumbrarse a la oscuridad.
—¿No logras dormir?—. Aprieto mis labios, ahogo un suspiro lleno de melancolía, aspiro aire profundamente por mi nariz y simple lo expulso silenciosamente por la boca.

—Solo. . .pensaba—. respondo, intentando que mi voz no saliera en un hilito que me delatara.

—¿De nuevo?—. Pregunta —¿Hay algo que quieras decirme?.

—Andy. . .solo estoy ofuscado, ¿Sí?, esto de la boda me tiene sofocado, creo que la fecha es muy precipitada—. Me atino a decir, sin pensar en nada —Pensaba en, posponerla para después, ¿No te parece?—. Pregunto —Estoy tan agotado, mamá no para de estresarme con los arreglos, buscar el lugar adecuado y, joder, mañana es la boda y faltan la mitad de los arreglos, no creo tener todo listo —. Musitó impaciente.

—La fecha disponible, además de la de mañana es dentro de cinco días, Bill —. Dice él —pero si de verdad te sientes agotado, entonces no se diga más, mañana a primera hora vamos a con el sacerdote. . .

—Gracias. . .—. Mascullo con mi voz en un susurro, siento como sus brazos rodean mi cintura, acercándome a su cuerpo, siento su calidez, pero. . .es tan ajena, no es la de Tom.

—Decansa, cariño. . .—. siento sus labios en un suave beso, pero no son lo de Tom —Te amo—. Sus palabras son sinceras pero, no llenan mi corazón vacío, no reviven a mi corazón sin vida, ni mucho menos causan esas lindas sensaciones que Tom causaba con tan solo decirme “pequeño”. . .

Inexorable ᝰ.ᐟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora