La sala de estar se veía algo vacía y triste, por lo que los menores optaron por poner un árbol de Navidad.
Buscaron entre los cajones y cajas de toda la casa, encontrando todos los adornos necesarios.
Pero aún así faltaba algo que era lo más importante, el árbol.
Pedirle a Dazai que fuera a buscar uno sería en vano, le estarían diciendo que vaya a su propia muerte. A lo cuál el castaño no se opondría pero esa no era la idea.
No se lo dirían a Chuuya por que ya estaba bastante estresado con la cocina, realmente no entendía por que empezaba a cocinar un día antes.
_ bien, creo que tendremos que ir nosotros -dijo el azabache-
_ ¿Solo nosotros dos? -pregunta con algo de rubor en sus mejillas- ¿No sería peligroso?
_ Descuida Atsushi, no dejaré que nada malo te pase -respondió en un tono más serio, tratando de darle seguridad con sus palabras-
_ No me refería a eso Ryu, ¿Y si nos perdemos?
_ Tienes tu olfato, ¿No?
_ Si, pero ¿Y de que nos ayudará?
_ A veces creo que solo eres una cara bonita -pensó mientras lo miraba con decepción-
_ ¿Qué tengo o me parezco? -pregunta sin entender la mirada vacía del mayor hacía él-
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