Entrando a la cafetería, un delicioso olor a café invadió sus narices.
─ Como en la primera vez ¿Recuerdas? -habló suavemente el castaño con un brillo nostálgico en sus ojos-
─ Ugh, no tienes por qué recordarme ese maldito día -respondió Chuuya con un leve rubor en sus mejillas-
Lo único que recibió por respuesta fue una breve y suave risa.
Sentándose, uno frente a otro, pidieron "lo de siempre".─ ¿Acaso no te provoca ni un sentimiento volver aquí después de tanto? -preguntó el más alto, mientras inclinaba ligeramente la cabeza-
─ Si solo me trajiste aquí para luego aprovecharte, creeme que no sólo te dejaré sin bolas -re sopló cruzando sus brazos sobre su pecho-
─ Es curioso que lo digas, cuando el que se quiso aprovechar del otro... Fuiste tú -murmuró sin interés, desviando su mirada hacia la ventana-
─ ¿Yo?... ¿De que carajos hablas? El primero en iniciar esta especie de estúpida relación fuiste tú -respondió con agresividad en su tono-
─ Si, pero por que tu me lo pediste -se defendió rápidamente-
─ ¿Te caíste de niño? Yo jamás te pediría algo así -refunfuñó con su ceño fruncido-
─ Pues lo hiciste, yo recuerdo muy bien esa carta... Algo cliché e infantil.. Pero viniendo de tí me pareció lindo -bromeó ladeando ligeramente su cabeza y apoyandola sobre su mano-
─ ¿Una carta? Ahora si estoy confundido.. ¿Hablas enserio? -preguntó elevando una ceja, con clara confusion y curiosidad-
─ Ush, pero que desconfiado... Ya te dije que sí, si quieres al llegar a casa te la muestro y así recuperas la memoria de pez que tienes -resopló cerrando sus ojos-
─ Osamu... Yo nunca te hice una carta...-volvió a afirmar, perdiendo la poca paciencia que tenía-
─ Y si es así ¿Como explicas la carta donde confiesas querer conocerme mejor? -declaró con una sonrisa victoriosa, celebrando sin pruebas mientras lo miraba con los ojos entrecerrados-
─ ¡Carajo entiende! -ya molesto y aun confundido,golpeó la mesa con sus puños- Yo.. No hice ninguna carta -siguió afirmando entre dientes-
─ Entonces ¿Por que llegaste tan puntual? -rápidamente preguntó, dejando callando por unos segundos al pelirrojo-
─ Si en verdad quieres saber -inhaló y suspiró, controlandose antes de largar un puñetazo directo a la cara engreída del castaño- bien, llegué a este estúpido lugar por tu tonta, sin sentido y mal escrita carta -explicó con su ceño ligeramente fruncido, desviando la mirada hasta la ventana, manteniendo presionado sus puños-
─ Con decir carta, me bastaba -suspira- aún así, yo no mandé ninguna carta, ese fuiste tú -insistió señalandolo con su dedo índice-
─ ¿Que tienes en la cabeza aparte de mierda, bastardo? -refunfuñó con rabia-
─ Bien, bien... Si tu no me mandaste esa carta.. Entonces ¿quien? -dijo con sutil tono que no pasó desapercibido para el oji azul-
─ ¿Pues quien te la dio? -respondió con otra pregunta, siendo violento en su comentario-
─ una de tus ovejitas.. La de cabello rosa -explicó haciendo unos ademanes- Y a tí ¿quien te dió la Carta? -comentó mirándolo de una forma inusual, dándole un leve escalofrío-
─ ¿Que? ¿Yuan? -murmuró pensándolo- A mi me dió la carta Shirase, dijo que tu se la diste y que era urgente.. -respondió mientras abría ligeramente sus ojos con sorpresa-
─ oh... Carajo, caímos en un juego pesado de unos niños estúpidos -dijo después de suspirar con pesadez-
─ ¿Un juego? -repitió bajando su mirada hasta la mesa, observando la taza con café, apretando sus puños por debajo de la mesa- Así que no te importa lo que vivimos, por más que fuera un error... Yo no me referiría a ello como un juego ¿Sabes? -sin pensarlo mucho, se puso de pie y tomó la taza, arrojandole el contenido a su acompañante-
Sin poder reaccionar al dolor de la bebida caliente que fué derramada sobre él, o al frío que sintió al salir de la cafetería mientras lo seguía. Solo le preocupaba Chuuya.
─ ¡Espera, no quise decirlo así! -exclamó tratando de alcanzarlo, pero astutamente él enano se fué entre la multitud, dejándolo solo en medio del centro-
Suspiró y un tenue dolor le surgió en el pecho, ¿Por que tenían que ser así las cosas? Si lo pensaba, Chuuya tenía toda la razón en enojarse, pero aún así, no podía creerlo, no podía permitirlo.
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¡Vacaciones Doble! - Skk & Sskk.
Hayran Kurgu𝙋𝘼𝙐𝙎𝘼𝘿𝘼. 𝘓𝘢𝘴 𝘷𝘢𝘤𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘮𝘢́𝘴 𝘥𝘪𝘷𝘦𝘳𝘵𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰, 𝘪𝘯𝘤𝘭𝘶𝘴𝘰 𝘭𝘰𝘴 𝘨𝘳𝘢𝘯𝘥𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘵𝘦𝘤𝘵𝘪𝘷𝘦𝘴 𝘺 𝘮𝘢𝘧𝘪𝘰𝘴𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘠𝘰𝘬𝘰𝘩𝘢𝘮𝘢 𝘭𝘰 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢𝘯. ¿𝘌𝘴...