El árbitro anuncia el inicio del partido, y el público grita eufórico por el inicio de la segunda parte del partido que se mantiene 0 - 0.
— Williams.
Williams mira confundida a la chica alta hasta que logra reconocerla luego de un segundo.
— Kate Olger —responde con una sonrisa—. Es raro verte fuera del césped.
— Tengo una lesión en el cruzado, nada grave —dice sin darle mucha importancia—. ¿Y tú?, también es raro verte fuera del césped.
— Ligamento. Tu equipo estará feliz de no verme por dos meses.
Las dos chicas ríen por sus desgracias. Son rivales más no enemigos y el respeto es mutuo. Kate es la capitana del equipo de una ciudad vecina y es de las mejores de la liga universitaria, hasta se rumorea que equipos de Europa ya se han contactado con ella.
— ¿Que haces aquí?, no puedes caminar mucho —regaña una chica rubia.
— Solo baje a saludar a una vieja amiga —responde Kate.
— La doctora dijo que no puedes forzar tu rodilla, o sea, limitar lo que caminas. Además, te toca una medicina a las 12.
— Emma, ella es _____________ Williams, la versión femenina de Messi. ______________, ella es Emma, mi novia —presenta Kate.
— Un gusto —la rubia le extiende la mano con una gran sonrisa—. Lo de Messi es porque eres muy buena, ¿no?
— Por lo autista —responde Kate soltando una carcajada al final.
— No le creas, soy más de Fede Valverde, me verás correr como pollo sin cabeza por todo el campo.
Un pitazo del árbitro interrumpe a la rubia, y las tres miran al campo para ver lo que ocurría; una jugadora del equipo de Kate está tendida sobre el césped.
— Ay no, le dije que no podía jugar con sinusitis —Kate enseguida se levanta con ayuda de Emma.
— Eso puede considerarse suicidio.
— Un poco, si —toma la mano de Emma para que la ayude a caminar—. Iré a ver si mi hermana sigue viva.
Espero que pierdan.— Igualmente, y dile a tu hermana que es una idiota por jugar con sinusitis.
— Creeme, se lo diré.
El partido termina en 3 - 0 a favor de su equipo, tres puntos importantes para mantenerse en la lucha por el título.
— Nos hizo falta nuestro pollo sin cabeza, contigo hubiese sido 5 - 0.
Luana la abraza por los hombros apretándola muy fuerte, luego otras compañeras de equipo se unen al abrazo provocando que ella quede en medio de una pirámide de chicas eufóricas y sudadas.
— Ya, ¿me quieren matar de asfixia? —se suelta del abrazo—. Bueno, fue un gran partido del equipo, en serio, todas estuvieron bien y hemos dado un gran salto en la tabla de clasificación. Además, hemos vencido a las perras del condado siete.
Las chicas gritan eufóricas al escuchar lo último, la rivalidad entre el equipo de Kate y el suyo es lo más cercano a un Real Madrid - Barcelona.
En medio de la euforia de sus compañeras, se acerca a su casilla y la abre en busca de su ropa, y se sorprende al notar que falta su camiseta.
« Jennie... » piensa.
Abandona el vestuario despidiéndose de sus compañeras y rechazando las invitaciones a la celebración, no tenía ánimos de salir de festejar y tiene una rodilla que cuidar.