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Sanzu haruchiyo.
          Japón.
   Seda de bonten
        12:30 am.

Las cosas con bonten habían estado muy terribles, cada vez se ponía peor hace unos días casi perdemos a rindou, y también a Koko, claramente fue un ataque directo hacia dos de nuestros ejecutivos. Mikey no se quedaría de brazos cruzados yo tampoco pero no me dejan hacer nada desde que estoy en mi quinto mes mis trabajos bajaron a mi ser tan cargados para no decir nombres,  Takemichi se volvió un maldito loco sobreprotector! Ni mi alfa es así. Pero lo entiendo, el  desde que lo ayude a volver a ver a mi rey se volvió así conmigo, todavía recuerdo que en mis épocas de calor quienes me cuidaban eran él y Mikey. Como si fuese su cachorro, mi corazón sentía un inmenso amor, ya que él omega de Hanagaki me había visto como si fuese un cachorrito, con Mikey las cosas son diferentes, lo que allá pasado en el pasado que lejos de mi presente, él estuvo toda la vida conmigo. Y me protegió como nadie... más que mi propio hermano.  Ahora mismo estaba bajando las escaleras, moría de hambre desde que quedé en gestación amaba comer café en polvo.

—¡Donde está el maldito café! Tks... se lo habrán tomado ya?.— Un falso lloriqueo salió de sus labios, se encontraba solo podía hacer lo que quisiera, bueno los guardias... ellos no dirían nada por el bien de sus lenguas. Su ceño fruncido daba a entender el disgusto que sentía en ese momento. Unos pasos llamaron su atención. -Akashi-san... emmm... Haitani-san mando a esconder el café dijo que le haría mal si lo consumía así, pero no podía verlo así sin poder comer su antojo.—La mujer de la limpieza se acercó al peli-rosa dejándole una taza de café en polvo, una dulce sonrisa se puso en los labios de la señora cuando este sonrió con un fuerte brillo en sus ojos. Unos fuertes disparos llamaron su atención y se paralizó un poco cuando su cuerpo fue pegado al de su jefe.—Nana salga de acá, llame a los chicos...—La mujer asintió y como pudo salió por la puerta trasera de la cocina. Él omega sacó su arma cargándola mientras empezaba a salir de la cocina. Un fuerte olor a feromonas inundó sus fosas nasales a lo que trató de no quejarse. Los disparos empezaron a bombardear la casa, nunca había tenido miedo a los disparos, pero ahora estaba aterrado, no solo está su vida sino también la de su cachorrito. Respiro hondo  y empezó a disparar también, era el número dos de bonten, el segundo criminal más buscado de todo el maldito país. No les va a tener miedo a unos estúpidos. Su puntería era perfecta, en menos de 20 minutos varios cadaveres estaban en el suelo, el olor a sangre era muy mareante pero tuvo que soportarlo. Por mediante del vínculo que tenía con el Hanagaki y el Sano trataba de advertirles lo que estaba pasando acá. Hizo lo mismo por medio de la marca de unión con Ran.

Mierda... me rozó solo un poco! Sigan disparando, ¡los quiero a todos muertos!—Su camisa blanca de dormir estaba completamente manchada de sangre la mitad suya y la otra mitad de los enemigos, por un maldito descuido lo único que sintió fue como dos malditos impactos de bala chocaban contra el. La sangre no se hizo esperar y el grito de horror de la anciana no se hizo esperar. "A-ah..." lo único en lo que podía pensar era en su bebé.

Hanagaki Takemichi.
      Japón.
   12:55 am.
Yendo a la seda de bonten.

Es noche todos habían salido por unos asuntos importantes, una negociación con una mafia, que quería aliarse a ellos, la cual terminaron rechazando  y ya saben en qué término esto. No quería dejar solo al omega de ebras rosas menos ahora que estaba en su quinto mes era donde más cuidado debía de tener a lo que le había investigado. En todo el camino fue en silencio perdidos en sus propios pensamientos. Su silencio era extraño ya que siempre estaba hablando por cualquier cosa, el carraspeo de garganta de manjiro llamó su atención. Sonrío en dirección de todos, una sonrisa algo rara en el, un pequeño malestar se empezó ha hacer presente en su pecho, un mal presentimiento.

Mitchy, estás muy callado, lo cual es raro. ¿Pasa algo?.—Eso que dijo el jefe Hanagaki, relájate te ves preocupado.—La burlona voz de takeomi lo hizo soltar una pequeña risita. Cerró sus ojos hasta que su celular empezó a sonar, no iba a responder pero luego pensó qué tal vez era sanzu y respondió.—¿Bueno?, eres tú haru.?...—¡Hanagaki-san! Tuvimos problemas acá en la mansión, nos están  atacando, el señor Akashi me mandó a llamarlos, vengan rápido! Eso se están poniendo muy horrible.—La desesperada voz de la ama de llaves lo hizo paralizarse en su asiento, ahora mismo las miradas de todos se posaron en el"Ya vamos para allá nana."—Kiro! Acelera rápido!!.—¿Mitchy? Que sucede, no me gusta esa expresión.— Atacaron la mansión! Haru está ahí! Ahora entiendes!?— La cara de sano cambio por completo abriendo sus ojos un poco, su cuerpo se tensó aquel vínculo empezaba a doler algo no iba bien y Takemichi también lo sintió.—Sanzu? Que le pasó, carajo, debía haberme  quedado allá.— La frustrada vos del mayor de los haitanis se hizo presente, no le estaba gustando esto para nada. Los músculos de sus hombros se tensaron al oír un llamado de su omega, claramente sus sentidos se alertaron, al parecer no fue el único que recibió uno al ver la cara de su jefe y omega del jefe. El sano tenía una expresión seria pero en sus ojos denotaban otra cosa, en cambio él omega de ojos azules estaba al borde del llanto. El móvil nuevamente sonó y ahora fue Mikey quien respondió dejándolo en alta voz.

Nana, ya estamos de camino aguanten un poco.—¡J-jefe! Estamos yendo al hospital más cercano! Akashi-san tuvo tres impactos de bala, perdió mucha sangre.—¡¿QUE!?, vamos para allá mierda.—Su corazón en ese instante se paralizó, el auto rápidamente dio la vuelta y en menos de unos minutos estaban ya en el hospital, los primeros en bajar corriendo fueron ran, y Takemichi que se acercaron,  rápido a preguntar, llegaron hasta donde estaba la señora llenándola de preguntas. Lograron calmarlos un poco necesitaba respuestas del doctor, ya.

Agh mierda... voy a matar a esos mal nacidos, uno por uno.—Calma ran-ni... haru estará bien es fuerte... me preocupo también, más en mi sobrino.—Todo estará bien chicos...—Kakucho trataba de darles algo de apoyo, la puerta del quirófano se abrió y el doctor se acercó a ellos quitándose su cubre bocas.

-Están bien, perdió mucha sangre, ocupábamos un donante al parecer uno  de nuestros doctoras era familiar del omega y donó sangre está fuera de riesgo... él y los cachorros, encontramos un feto escondido, felicidades al padre, tendrá dos bellos niños.—Se fue sin más dejando a varios sorprendidos y a un ran desmayado. Las horas pasaron hasta que llevaron al omega a un cuarto donde descansara, todos se habían ido cuando les dieron la noticia que estaba bien.

Ran Haitani.
           Japón.
2:15 am.

Sostenía con cuidado la mano de su omega, jamás se había llevado un susto tan fuerte, tuvo miedo en su momento, si algo más le hubiera pasado peor si alguno de sus hijos moría. También se alegró tendría a dos bebes, no uno solo, llevó la mano del peli-rosa a sus labios dejando suaves bellos en sus nudillos, apretó con algo de fuerza su mano y se levantó para ocultarse entre su cuello necesitaba ese exquisito olor a fresa que tenía su omega. Un suspiro de alivio salió de sus labios al olfatearlo. Solo necesitaba ese dulce olor para tratar de estar bien, después le agradecía a senju, supo que fue el al oler el cuerpo marcado de su omega con un fuerte orlo a alfa. Senju era un alfa dominante igual que él al igual que takeomi, sanzu fue como la balanza salió omega. Senju era el hermano menor de ellos dos, era un chico muy guapo, y sobre todo posesivo y cuidadoso con sus hermanos, en especial con su pareja al ser omega. claro el olor a otro alfa lo molesto, empezó a marca él cuerpo de su omega impregnándolo con sus feromonas.

Gracias, pero no.—Atrás de aquella puerta  se encontraba un alfa de cabello lila el cual mantenía una sonrisa ante las palabras de su cuñado. —Cuídalo Haitani.—Aquel alfa se perdió entre los pasillos con aquella sonrisa burlona.

¡Hola, hola! Quería agradecer por todo el apoyo que está teniendo esta Historia, muchas gracias 💕

Senju acá es hombre, lo veo más poderoso como hombre.

Senju Male mi vato.🫵🏻

En fin! Muchas gracias, disculpen las faltas de ortografía, soy algo nueva en esto, pero tratare de mejorar más.🤍

Besos en la cola.😘

Embarazo en bonten. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora