In Love | Wind Breaker

☆Capitulo 9☆

Estabas prácticamente en tu ultimo día supliendo a tu hermana, llegabas a paso calmado a la institución, decidiste solo ponerte la falda y blusa blanca dejando el saco rojo en casa en cambio te pusiste una sudadera negra, a lo lejos divisaste a la cabellera rubia por lo que apresuraste el paso para alcanzarlo.

— buenos días güero — saludaste estando a un lado de él.

— ¡Soojin! — Ampliaste tu sonrisa al ver sus dientes blancos, caminaste a su lado hasta llegar al salón y como de costumbre dejo sus cosas al lado de tu asiento, no sabías cuando iba a regresar dom por lo que ahora era su lugar.

— ¿Porque tanto alboroto? — Caminante a la ventana recargando tus brazos en ella buscando la fuente de murmullos.

— Parece que jay llego con esa niña — oíste al rubio quien también se recargo a un lado tuyo, hasta recargo su cabeza en tu hombro.

Habían construido una muy bonita amistad a tu parecer, y bueno ¿con quién más? si eras una de las pocas que hablaba inglés tan bien.

— Pobrecito, ojalá y no le duela mucho el golpe que le va a dar shelly —El rubio rio a tu comentario, suspiraste ahora tocando la ventana con tus manos buscando estirarte, Owen de igual manera se incorporó pasando un brazo por tus hombros.

— Esperemos a que lleguen y veamos su drama — Comento con malicia llevándote a sus lugares, reíste a su comentario.

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El moreno caminaba ansioso de llegar a su salón ¿te sorprenderás al verlo? o tal vez ¿lloraras por haberlo esperado mucho? Todos sus pensamientos pararon abruptamente al verte sentada en tu banco con una paleta en la boca inmersa en tu celular.

— Tan hermosa... — murmuro viéndote, si fuera posible corazones saldrían de el en este momento al oír tu risa sintió que sus oídos fueron bendecidos, eras tan armoniosa para el, pero toda su burbuja de reventó al ver como otro chico se acercaba a ti con confianza ¡hasta paso su brazo por tus hombros!

— ¿No es el que compitió con jay? — sin más tiempo que perder se acercó a ustedes con un aura amenazante.

— Oye, ahí voy yo — elevaste tu mirada al oír al chico frente a ti hablar Owen imito tu acción, se te hacia muy familiar su voz, hasta un poco su rostro.

— ¿Perdón? — dijo el rubio con su poco léxico coreano, su rostro mostró confusión al moreno frente suyo.

— Te dije, que ese es mi lugar — Viste como el moreno se apoyó en la mesa frente a ustedes con una cara más amenazante

 — Además, deja de tocarla — añadió viendo con disgusto su brazo en tus hombros.

Un momento...

— ¡Oh por dios! ¿¡Dom!? — te levantaste de tu lugar una vez moviste el brazo del rubio rodeaste la mesa para quedar frente a el — ¿Que le paso tu bigote? — preguntaste tomando su rostro sorprendida.

El moreno cerro los ojos a tu toque, hasta se inclinó buscando sentir más tus manos, lo viste con ternura, pero rápidamente dejaste un golpe en su hombro por su comportamiento pasado.

— ¿Te comportas así después de haberme ignorado por dos semanas? — Cruzaste tus brazos indicando tu enojo.

— No voy a estar detrás de ti cada que eso pase — Regañaste girando tu rostro enojada pero su acción próxima te dejo aturdida.

El moreno atrajo tus caderas para abrazarlas a su cuerpo, solo pudiste reaccionar poniendo tus manos en su pecho, no te esperaste para nada aquel contacto.

— Fui un idiota Soojin perdóname por favor, no te enojes conmigo es solo que, ¿cómo puedo verte a los ojos después de lo que había pasado? Que mi futura esposa me haya besado de esa manera me puso totalmente nervioso — Te sonrojaste con cada palabra que decía ¿Futura esposa? ¿acaso oí bien?

— ¿Q-Qué estas tratando de decir dom? — Preguntaste tímida, querías oírlo de sus propios labios.

— Lo que trato de decir es que — El moreno atrajo más tu cuerpo, estabas segura que si te soltaba tus piernas perderían su fuerza.

Antes de escuchar aquellas tan esperadas palabras el rubio tosió falsamente sacándolos de su burbuja

— Lamento interrumpir, pero, ya va a empezar la clase — Tu rostro cayo en vergüenza por haber actuado así dentro del salón.

— Tienes razón — Dijo el moreno viendo la hora, suspiro bajando su cabeza y para tu sorpresa te cargo repentinamente y empezó a correr fuera del salón contigo en sus brazos.

— ¿¡Dom!? ¿A dónde me llevas? — Cuestionaste abrazándote a él para no caerte.

No te respondió, pero si siguió corriendo, subió unas escaleras hasta llegar a el techo de la escuela donde te bajo suavemente.

— ¿porque me trajiste aquí? ¿Fui muy pesada? — Peguntaste al verlo tomar aire, pero este negó de inmediato.

— Soojin — Se acercó a ti hasta acorralarte en la pared

— Eres el sol de mis mañanas, la estrella de mis noches, el faro de luz que alumbra mi camino, cuando empieza el día no quiero despertar solo para tenerte más tiempo en mis sueños, desde que llegaste a mi vida te robaste todos y cada uno de mis pensamientos, si me dejas amarte te prometo hacerte feliz todos los días, te atesorare hasta que seamos dos almas que caminan hasta el cielo, prometo amarte, respetarte y serte fiel hasta que tu decidas lo contrario — no pudiste evitar soltar una pequeña carcajada a su confesión.

— ¿Estás diciendo tus votos matrimoniales? — Preguntaste abrazando su cuello, dom de inmediato abrazo tu cintura.

— Quiero ser el motivo de tus sonrisas, cumplir todos tus caprichos, ser el único que pueda tocarte de manera amorosa protegerte de cualquier peligro, por favor soojin, Estoy completamente enamorado de ti, permíteme demostrártelo — Pedía perdido en tus ojos.

— Eres un cursi — Dijiste sonriéndole Cariñosamente — Pero así me encantas —

Juntaste tus labios con los suyos creando un beso lleno de amor, expresando todos los sentimientos que tenían guardados desde que se conocieron, pactando así un sello de amor eterno que los dos gustosos cuidarían hasta la eternidad.

Incluso cuando mueran sus almas vagarían juntas por el paraíso del más allá.