☆ Especial 2 ☆

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Capitulo Laargo

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Capitulo Laargo.


— ¿Cómo llegue aquí? — Suspire acomodando la mochila que llevaba en mis hombros la cual fue robada por tu querido novio aligerando tu peso, lo viste con agradecimiento.

Al parecer jay se había metido en una carrera callejera y perdió, destrozando su bici como castigo y ahora estaban en Japón para buscar a un maestro en reparar bicis.

Caminabas a un lado del pelinegro tratando de cambiar su estado de ánimo, pues estaba decaído desde la pérdida de su bici.

— No te preocupes nene, algo vamos a hacer para mejorarlo — consolaste apretando su brazo con cariño, el menor asintió un poco mejor, tal vez no era el fin de su bici.

Mientras caminábamos detrás de un peli azul que vino como guía, accidentalmente chocaste levemente tu hombro contra el de un desconocido, el cual volteo de inmediato con un ceño enojado.

Oye, ¿qué demonios fue eso? — habló el chico con peinado de pandillero en japonés, todo el grupo volteo ante su llamado siendo tú la última, mirándolo apenada.

Mientras el grupo japonés reclamaba sobre su choque contigo, dom de manera instintiva se puso delante tuya para protegerte de cualquier problema, tomaste su brazo derecho y te asomaste cohibida, pues el trio se acercó a ustedes de manera invasiva intentando intimidarlos.

Lo lamento mucho — articulaste con tu poco léxico japonés, posicionándote a un lado de dom y les diste una reverencia elevando solo tu rostro con un gesto arrepentido, el grupo japonés quedo mudo al verte inclinarte tan tímidamente.

Hay que evitar cualquier enfrentamiento pensaste estando ahora frente al grupo, pues eras la mayor y la responsable de ellos.

Los japoneses comenzaron a hablarte al mismo tiempo dejándote un poco aturdida, viste como sacaron su celular y comenzaron a teclear.

— Lo dejaremos pasar — se escuchó por el traductor haciendo que sonrieras de manera encantadora, agradecida de evitar cualquier confrontamiento.

Después de darles una reverencia agradecida diste la vuelta dejando ver a tu grupo lo confiable que eras.

— Vámonos, busquemos al señor — ordenaste empujando a dom de su brazo y agarrando el peli azul con tu mano libre, pues estaba mirando mal al trio.

— ¿Puedes calmarte? Realmente no quiero que tengamos un conflicto — pediste al peliazul quien asintió obediente.

Antes de seguir hablando con ellos paraste abruptamente al sentir una mano en tu hombro descubierto, volteaste curiosa quedando pasmada al ver al líder del trio con su celular apuntando a tu dirección con una reverencia.

Fue obvia su intención, estaba pidiendo tu número, sorprendida comenzaste a negar lo más amable que pudiste intentando decirle que ya estabas en una relación, pero obviamente, aunque tú no querías problemas el moreno si, ¿cómo se atrevían? Esos rufianes queriendo tener algo tan valioso como tu contacto telefónico.

In Love | Wind BreakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora