- Olvídalo Kinsley - lo llamo por su apellido causando que me mire ofendido.
- ¿Qué es eso de Kinsley? - se seca las manos dando por terminada su
labor, me hubiese gustado ayudarlo por agradecimiento - ¿No quedamos en que nos llamaríamos por nuestros
nombres? - sonrío inocentemente.-¿En eso quedamos? - me hago la desentendida.
- Al menos eso me parece recordar - se quita el delantal con una sonrisa
pícara - bueno, será mejor que suba a ponerme algo.-¿Oh, te diste cuenta? - aplico el tono más sarcástico que me es posible.
Y en medio de risas sonoras Jared se va a buscar algo para sustituir la polera mojada.
Tiempo que aprovecho para curiosear por los alrededores.
Ahora que recuerdo, ¿Jared no tenía novia?.
No me digas que pasé la noche en la casa de un chico con novia. Sé que no pasó nada entre nosotros, pero cualquier chica que se entere de algo así, no tendrá buenos pensamientos acerca del asunto.
Jared se acerca de manera apresurada confundiendome enormemente, eso hasta que noto que trae mi celular en la mano, y al ver la pantalla se puede notar una llamada entrante. Pero esta se corta justo cuando él lo extiende en mi dirección.
¿Lo dejé en vibrador? ¿En qué momento?
Ah, sí. Ya lo recuerdo, no quería que nadie me molestara por un rato.
- Puta mierda - abro los ojos de par en par ante el asombro - estoy muerta y no me he dado cuenta - aprieto el teléfono en mi mano - estoy malditamente
jodida - Jared me ve preocupado y sé que quizás esté exagerando un poquito desde su punto de vista, pero realmente estoy jodida.Corro con dirección a la habitación de Jared y él me sigue los pasos.
- ¿Por qué no terminas de decir lo que está pasando? - habla detrás de mí.
- Tengo unas cincuenta llamadas perdidas, literal. Eso aparte de los mensajes sin leer. Emely me va a
matar, mis padres deben estar preocupadísimos y de seguro me darán el sermon de mi vida. Pero Emely...- quiero llorar - ella definitivamente me matará.Hago a un lado la rabia que siento debido a que ese imbécil intentó contactarme. Maldito descarado.
-¿Tanto le temes a tu hermana? - ríe, mientras que yo lo miro como si estuviera loco.
- No conoces a esa maniaca, en momentos como estos esos cinco minutos que me lleva parecen siglos. Emely...es aterradora cuando se enfada de verdad. Y ahora debe de estarlo.
Pero es que solo a mí se me ocurre desaparecer de esa manera sin avisarle a nadie de mi paradero. Y más luego de lo que pasó.
Mis padres deben estarse volviendo locos.
- ¿Por qué no los llamas y le dices que estás bien? - él definitivamente no conoces a los Remington.
- Si hago eso, me verás en el ataúd cuando asistas a mi funeral. Lo único que me queda en estos momentos es llegar en silencio y escuchar todo lo que mis padres tengan para decirme, que de seguro es mucho ya que también agregaran el hecho de que no les dije nada acerca de lo que hizo el bastardo. ¡¿Dónde está mi ropa?!
Grito un poco exasperada, tengo prisa y no la veo por ningún lado.
-¿Olvidaste que viniste con ese vestido rojo con el que protagonisaste el evento de ayer?.
-¡Mierda! - me miro de arriba a bajo y definitivamente llegar con esto será peor.
- Si quieres compramos algo de ropa de camino - se ofrece pero inmediatamente me niego.
-¿De camino, me vas a llevar? - él siente con cara de que hice una pregunta estúpida y me dan ganas de darle una paliza, suspiro - te lo agradezco en el alma, pero será mejor que me vaya lo más pronto posible. Así que vamos.
Bajamos, subimos al auto, y partimos a mi casa.
Emely me gritará y luego me disecara viva para seguirme gritando por toda la eternidad.
Río ante mis propias idioteces.
Llegamos en un parpadeo, gracias a la consideración y buenas habilidades para conducir de Jared.
Salgo del auto y antes de que si quiera pueda dar tres pasos, la puerta principal de la casa es abierta abruptamente.
-¡Eidel Remington! - Emely está en la puerta gritando como si me encontrara a cien metros de distancia - ¡Maldita idiota, ¿Qué mierda te pasa por la cabeza?!. ¡¿Qué diablos traes puesto?!. Y ¡¿Quién demonios está dentro de ese auto?!.
¿Ves?, estoy muerta.
Una risa baja pero bastante divertida me hace apartar la mirada del demonio frente a mi puerta.
¿Se está riendo?
¿En una situación como esta?
¿Y por qué demonios baja del auto?
Esto se jodió, es lo que pienso. Pero sorprendentemente al momento en que mi hermana descubre que mi acompañante es Jared una enorme sonrisa se forma en su rostro.
¿Qué diablos?. Me da escalofríos.
- Tengo miedo...- susurro bajo e inmediatamente me aferro al brazo de Jared - ¿Crees que podrías ayudarme una vez más? - pongo la cara más penosa que pueda imaginar, de ahí a que se vea como la imagino es otra cosa, pero hago el intento - ¿por favor?.
Sus ojos brillantes y sonrisa relajada me dan esperanzas.
- Me deberás una grande señorita problemas - maldito infeliz.
- Como digas - no estoy en posición de negarme a nada.
- ¿Cómo diga? - asiento pero inmediatamente me arrepiento. ¿Qué he hecho? - Bien - acepta satisfecho. Suspiro sonoramente, a lo hecho pecho. Caminamos a la puerta, él con porte confiado y yo a un paso por detrás de su andar - Buenos días señorita Remington, disculpe las molestias que les ocasione. Ayer fuí testigo de la desafortunada situación, y me fué imposible no aprovecharla.
¿Qué.... qué fué lo que dijo?.
De verdad que no entiendo a este hombre. ¿Quién rayos dice algo así?.
Se supone que debe...no lo sé, ¿Apaciguar las cosas?.
- ¿Cómo dice? - Emely lo mira incrédula, sin poder creer las palabras que salieron de esa linda pero maliciosa boca.
- No debe ser un secreto para usted
el hecho de que me gusta su
hermana - alguien, quién sea... agarrénme por favor, creo que me dará un colapso o algo así - claramente no me agradó verla en esa situación, ni busqué aprovecharme de ella de una manera desagradable en ningún momento. Pero, sí aproveché el momento para cuidarla y mostrarme agradable ante ella. Así que la culpa es mía, de mi avaricia y egoísmo.Trágame tierra.
Y sigue sucediendo lo inimaginable.
- Señor Kinsley, le agradezco el que haya cuidado de mi irresponsable hermana. Me tranquiliza saber que estuvo con usted todo este tiempo - abre la puerta sonriente - así que no pasa nada, pase adelante y yo misma le brindaré una tasa de café o lo que prefiera.
- Tomaré su oferta - ellos se sonríen mientras que yo permanezco en estado de shock. Entramos, vamos a la sala de estar donde se encuentran mis padres.
Al verme entrar sus expresiones se vuelven severas, claro hasta que ven a mi acompañante.
-¿Señor Kinsley? - mi padre es el primero en reaccionar, los dos se ponen de pie para saludar al invitado inesperado, mientras que su asombro permanece - ¿Qué..lo trae por aquí? - su mirada va de Jared a mi, me recorre de pies a cabeza notando mi atuendo desprolijo y luego cruza miradas con mi madre.
¿Qué estará pasando por sus cabezas?
Pero me asusta más el no saber que clase de estupidez dirá Jared esta vez.
∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆
Camelia _Red
💝 Ciao Cuores 💝
ESTÁS LEYENDO
La Novia de Rojo
Novela JuvenilEidel Remington, amante de la gastronomía y políglota por vocación. Prometida del presidente de una de las más grandes empresas del país, Richard Carter. Y perteneciente a una encantadora y pudiente familia en la que no le ha faltado nada que pueda...