Capítulo 4.

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El horrible día del Rito había llegado.

Está mañana desperté y lo primero que ví fue el rostro de Theodora ladrandome la orden de que no saliera de mí habitación porque los pasillos estaban atestados de personas. Liam y Rhan me habían dicho algo similar ayer después de terminar el entrenamiento pero no pensé que tan atestado estaría todo.

Habían soldados postrados en cada esquina de los pasillos, escuchaba como se ladraban órdenes de un lado a otro y en el peor de los casos, escuchaba como vasijas o platos se rompían por la velocidad a la que caminaban todos. Mí desayuno fue más o menos normal, comí sola mientras escuchaba la orden de mi hermano para que, los dos guardias que estaban en mi puerta, no se movieran por nada en el mundo. Ellos, al ser uno de los mejores soldados del reino, tenían el trabajo y la tarea de organizar y reorganizar a los soldados en eventos cómo éstos, así que el día de hoy, ellos apenas estarán pendientes de mí hasta muy llegada la noche.

El almuerzo fue una odisea, tuve que ponerme el velo porque Theodora estaba ayudando con la decoración del salón y una de las mucamas tuvo que traerme el almuerzo, yo solo pude pararme frente a la ventana y no me giré hasta que la puerta hizo el clic que indicaba que la habían cerrado. Todo esto me estaba comenzando a dar dolor de cabeza y lo único que podía hacer en un momento cómo esté, era pedirle a cualquier Dios que me escuchará que este tormento terminará pronto. Para mí mala fortuna, no fue así.

Apenas eran las cuatro de la tarde cuando Theodora entró a mí habitación jadeando, cerró la puerta y frunció su ceño al verme con el velo pero rápidamente cayó en cuenta que ella al no estar, otras personas debían entrar a dejarme la comida.

—¿Estás bien? Aún me queda agua de limón en el vaso por si quieres.

Me hace una seña con la mano y toma el vaso para terminar de beber el agua que había en el, tomó un respiro, alisó su vestido y me regaló una enorme sonrisa que solo me daba malos augurios.

—Todo está realmente patas arriba, tus padres no están, tus hermanos parecen que van a volverse locos con la distribución de soldados porque no solo debemos cubrir el interior y el exterior del palacio, si no que debemos ir al templo de Katos para adornar y postrar soldados, una extensa lista de personas que tienen privilegios este día y por sobre todo eso, tener que acomodar cada cosa para que tú puedas salir sin problema alguno.

Toma una respiración profunda y se deja caer en la cama, cubriendo su rostro con su antebrazo.

—¿Katos? ¿Por qué él?

—Ya sabes, Primal del honor y los sacrificios. Van a sacrificar tú vida, supongo que matarte ahí es más atractivo que manchar su patio con sangre.

Hago una mueca y pongo una de mis manos sobre mi vientre cuando mi estómago se revuelve. Katos era un Primal al cuál se le rezaba en tiempos de guerra, aparte de Keir y Dorian, Katos respondía a los sacrificios que se hacían en esos momentos, a aquellos que sacrificaban una parte de sí para volver victoriosos y aquellos que querían hacen un honor a cualquier persona, podría sonar cómo que Katos no era muy pedido pero solo los Dioses sabrán cuántos sacrificios se hacen en su nombre.

—Tengo que ir a ver el templo pero necesito que te empieces a vestir.

—¿Lo demás?

—Está listo, Rhan se llevó a Brise y Liam logró meter todo en algunas cajas para cargar al caballo después. El resto lo harás tú.

—Sin presiones.—susurro—Ve, antes de que te vengan a buscar. Me daré una ducha y comenzaré a vestirme.

Theo me mira con una mueca pero se pone de pie y me apunta con su dedo en señal de que me apresuré o ella me quitará todos los pelos de la cabeza de un solo tirón. Cuándo la puerta se cierra, lo único que hago es mirarla mientras me rodeó con mis brazos, tengo un horrible nudo en mí garganta y una constante preocupación en mí pecho, salir de este lugar, sin saber que hay más allá de lo que ya conozco, personas que jamás he visto y jamás me han visto. Soy bastante consciente que el mundo no es de color rosa y llenó de flores, he sido testigo de lo crueles que pueden ser con tal de obtener algo o solo porque les place hacerlo, así que no voy a esperar flores y sonrisas una vez esté lejos de aquí.

An ember of ash.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora