Arriesgarse

489 80 203
                                    

Anna: 


Ya habían pasado una semana desde el incidente con Alexander, pero no podía sacarlo de mi mente ni por un momento. Estaba a punto de finalizar mi trabajo para volver a casa cuando me llegó un mensaje.

**Noche de tragos, en el lugar de siempre. Nos vemos en una hora. Besos.**

Sonreí mientras leía. Ahí estaba Marie, sin decir hola, sin consultar si podía o a qué hora, simplemente dando por sentado que así sería. Me limité a responder un simple "Ok".

 Aunque tenía que admitir que ver a mis amigos despejaba mi mente y me divertía demasiado.

Cuando estaba por guardar mi teléfono en el bolso, volvió a notificar un mensaje. Lo saqué rápido ya que seguro era Kevin para confirmar, pero la pantalla mostraba un número desconocido, lo que aumentó mi curiosidad.

** Anna, ¿cómo estás? Disculpa el atrevimiento, pero quería disculparme por lo del parque y saber si estás bien. Me encantaría que podamos cenar juntos. Me harías muy feliz si aceptas mi invitación.**Alexander S.

Mis manos temblaban y mi pulso estaba acelerado. Solo leía una y otra vez el mensaje sin poder creerlo. Estaba sorprendida, pero feliz. Sabía que Theo era el único que podía haberle dado mi número, pero no estaba molesta, sino encantada. Debo admitir que sentía un poco de miedo, pero quería salir con él, quería animarme a más.Me recosté en el respaldo de mi silla y con una sonrisa en mi rostro comencé a teclear una respuesta.

**Buenas tardes, extraño. Porque, como comprenderá, señor Sahin, usted lo es para mí. Me encantaría aceptar su invitación, pero esta noche ya tengo planes muy importantes. Si quiere en otra ocasión, entiendo su arrepentimiento. Siéntase en paz, está usted perdonado.**

Me quedé como boba con el teléfono en la mano, esperando una respuesta que llegó tres minutos después.

**En cuanto a lo de extraño, es algo que debemos remediar de inmediato. No es negociable. Me encantaría ser parte de tus planes importantes, pero ya que no queda otra opción, ¿podríamos cenar este sábado? Ahh, gracias por disculparme, pero debo confesar que no me arrepiento. Al contrario, repetiría.**

Leí una y otra vez el mensaje y sonreía emocionada. Este hombre tan apuesto, tan sexy, tan todo. No podía negarlo, me atraía como la abeja a la miel. Me sentía como una adolescente, nerviosa, ansiosa y entusiasmada. Tarde algo más en responder, pero lo hice. En ese momento decidí que debía animarme. Él me daba ese sentimiento de seguridad que yo necesitaba y ya era hora de vencer mis fantasmas. ¿Y quién mejor que él?.

** Acepto. Me envías la ubicación y nos vemos a las 9 pm en el lugar. Sé puntual.**- Respondí sonriendo sola

** Quisiera pasar a recogerte por tu casa. Es una cita formal. Espérame a las 8 pm. Soy muy puntual.**

Leía y sonreía mientras el mensaje trataba de sonar como petición, entre líneas sonaba a orden. Era tierno porque me daba cuenta de que en su interior él necesitaba hacer las cosas como él quería, pero se esforzaba para darme la opción de elegir. Decidí darle un respiro esta vez y así también averiguar si también se molestó en conseguir mi dirección.

*Está bien, te espero. Sábado, 8 pm, ni un minuto más. Que tengas un excelente día.*- Respondí satisfecha. 

*Así será. No veo las horas de que sea sábado. Cuídate mucho, Anna. Nos vemos pronto.*

Y ahí estaba yo, releyendo la cadena de mensajes una y otra vez con una sonrisa tonta en mi boca y mi corazón saltando de alegría.

Pero si me había convertido en una idiota, completita hasta el núcleo. De repente miré la hora. ¡Mierda! Faltaban 30 minutos para juntarme con mis amigos. El lugar quedaba a 20 minutos de mi trabajo y yo estaba ahí como una tonta soñadora leyendo mensajes o esperando alguno más. Tomé rápidamente mis cosas y bajé en busca de mi automóvil. Cuando me puse en marcha, subí el sonido de la música, cantaba y sonreía, feliz. Por unos putos mensajes estaba feliz. No quería cuestionar el porqué y para qué me escribía ni nada. Solo quería dejarlo fluir y disfrutarlo.

Una simple mirada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora