Amigo...

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Alexander: 

Jueves por la mañana, desperté temprano como de costumbre y salí a correr, esperando encontrar a Anna, pero no la vi. Al regresar a casa, me duché y me alisté para ir a la empresa. Me reuní con mi hermano Sam para discutir un nuevo proyecto con la empresa de Theo, que involucraba telecomunicaciones y sistemas de alta seguridad.

Esperábamos la llegada de Gabriela y Theo para finalizar algunos detalles cuando la puerta de mi oficina se abrió de golpe. Era Stefany, quien entró reclamando que no contesté sus llamadas en toda la semana y que ya me había perdonado. Sam y yo la mirábamos atónitos, ya que él no estaba al tanto de la situación.Stefany se acomodó en el sofá, cruzando las piernas, y sugirió que le diera espacio para desayunar conmigo. Mi hermano estaba molesto, y yo, tratando de manejar la situación, le pedí paciencia. Mientras tanto, le explicaba a Stefany que ya habíamos hablado la noche anterior y que no quería extender más la situación. Le pedí que nos diera espacio, ya que tenía asuntos pendientes.Ella insistía en que no podía terminar con ella y mencionó la importancia de la unión de nuestras empresas. Sam y yo la mirábamos con cierto enojo. Le dejé claro que mi decisión estaba tomada y que si necesitaba hablar más tarde, lo haríamos. Mientras tanto, le pedí que se retirara.Theo entró en ese momento, saludándome con entusiasmo. Stefany no perdió la oportunidad de hacer comentarios despectivos sobre él, insinuando que le gustaba la gente arrogante. Mi hermano y Theo se mostraron molestos. Intenté calmar la situación y le pedí a Stefany que se retirara.Sam no perdió la oportunidad de expresar su molestia, y Stefany salió, advirtiendo que aún no habíamos terminado de hablar. Cerré la puerta con fuerza y me apoyé en ella, cerrando los ojos para recuperar la calma.Sam y Theo me preguntaron qué había sucedido, y les conté sobre la situación con Stefany y cómo Anna inadvertidamente la había enfrentado a la realidad.


-¿Sabes que no se va a rendir tan fácil, ¿no? Quizás no lo notaste, pero papá y yo sí, y Stefany ama más nuestra fortuna que a ti-  dijo Sam, mirándome seriamente.

-Yo creo que a partir de ahora será una piedra en tu zapato, pero te conozco; no va a ganarte- dijo Theo, tratando de relajarme. 

-Me conoce y sabe que estaba a punto de explotar, y en esos casos no hay nada que me calme, pierdo el control de todo. "¿Es que yo estaba tan ciego?- pregunté de forma retórica.

-Síiiiii!!!-  respondieron ambos a coro. Por lo que solo los miré y no pude evitar reír.

Sam quería entender un poco más qué estaba pasando, así que le hice un breve resumen de lo sucedido últimamente.

-Tu hermana ya me cae bien, y papá la va a amar aún más- dijo Sam mirando a Theo con complicidad. 

-Anna no hizo nada, ella no se metió en nada, solo apareció y a Alex le cayó la venda de los ojos, pero aún falta que mi hermana decida qué quiere. Creo que no está enterada de todo esto- Respondió Theo mirandome de costado

-Ya te lo dije, no voy a lastimarla. No dejaría que nadie lo haga. Sabes que he salido con muchas mujeres, y con la única que intenté una relación fue con Stefany. Claramente me equivoqué. Pero nadie nunca despertó en mí lo que despierta Anna. No sé cómo explicarlo, es como si fuese solamente ella quien me complementa, como si fuera lo que siempre estuve esperando- dije, suspirando fuertemente.

-Voy a ayudarte, pero también voy a matarte, literalmente, si algo sale mal- dijo Theo, mirándome con una mueca parecida a una sonrisa.

-Me apunto a ayudar y a matar a mi hermanito si hace falta, pero por Dios, que esa mujer no vuelva más- dijo Sam, sacándole dramatismo a la situación.

Una simple mirada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora