GUARDAESPALDAS - BARONWINTER/ WINTERBARON

𝕊𝕚𝕟 𝕥𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠𝕤 𝕟𝕚 𝕔𝕒𝕣𝕘𝕠𝕤

El sonido de sus latidos ser emitidos por aquella máquina fue lo primero que percibió al estar consciente de nuevo.

Se sentía adolorido, especialmente de su espalda y piernas, sabía que estaba en un hospital, esa máquina, esa camilla tan incómoda y por supuesto ese clásico aroma de medicamentos eran inconfundibles.

Lento, fue abriendo sus ojos que se sentían tan cansados, la luz del sol entraba por las ventanas iluminando aún más la blanca habitación.

Movió su mano un poco, siendo tomada poco después por otra, miró de inmediato al dueño de tal acción.

Steve estaba ahí.

—Hola —Dice el rubio mientras le da un sonrisa triste, Stark quiere tocar su rostro con su otra mano, pero esto se ve imposible al notar las esposas entre ella y la camilla—

Baja despacio su mano, volviendo a la realidad de todo lo que sucedió.

—¿Cuánto estuve inconsciente? —Preguntó y su garganta caló al encontrarse seca—

—Dos días —Contestó, antes de acercarle el vaso con agua que estaba al lado—

Bebió, disfrutando de la sensación que esta provocó en su garganta.

—¿Hubo cargos en tu contra?

—No los suficientes —Contestó el rubio mientras toma una carpeta que también estaba al lado del vaso—

El castaño miró sus acciones, sabía lo que era esa carpeta.

—¿Es la orden de un juez? —Steve asintió—

—Te trasladarán en unas horas, el médico debe dar el alta y debe quedar registrado...

Tony suspiró profundo cerrando sus ojos, mientras lo seguía escuchando. El rubio pensó en sí decirle todo, pero no hubo mucha alternativa hundido ya estaba, pues parte de las pruebas que tuvieron para dictarle sentencia fue que la hija de Eleanor tenía su confesión grabada del día en que lo atraparon, misma que coincidió con lo declarado por Wilson. Esto sumado a los tratos escritos con Valentina y sus fraudes para su ascenso en la política además, estaba la parte en que la misma Valentina antes de ejecutar su plan contra su hermana, modificó la mayoría de pruebas que ella misma tenía en su contra.

Causando que ahora fuera Stark a la vista de todos, el responsable de la muerte de los Zemo, esto y los demás cargos fueron suficientes para cerrar el caso. Tony liberó una risa amarga una vez lo terminó de escuchar, pues la mujer había cumplido con lo que prometió:

"Esto lo comenzamos juntos y si yo caigo, tú caerás conmigo"

Horas después Stark salió esposado del hospital, siendo custodiado por varios policías, por supuesto la ola de reporteros con sus cámaras no se hizo esperar, rodeándolo hasta llegar a la camioneta que ya lo esperaba para llevarlo a prisión.

Por otro lado, alejada lo suficiente de todo, Kate envío una foto de tal escena a Barnes y su madre, esta última encontrándose en reposo en la comodidad de su casa, evolucionado favorablemente.

La pelinegra sonriente guardó su teléfono y se dispuso a buscar sus llaves en el bolsillo, fue hasta su auto y entró en él, estaba por encenderlo cuando el sonido de la puerta del copiloto se abrió, asustándola.

—¡Por un demonio! —Dijo al ver quien era— Yelena ¿có-como es qué? —Tartamudeo mirando a todas partes al verla ahí en total calma una vez entró—

—Enciendelo.

—¿Qué? —Dice confundida aún terminando de procesar que ella está ahí—

—Que enciendas el auto —Dice la rubia ya desesperada—